recordar que en el siglo XVII la línea que dividía la enseñanza general 
de la enseñanza universitaria era más tenue que hoy.

El cambio de rumbo surge a partir del 29 de marzo de 1634 

cuando Urbano VIII, por el Breve “In Supereminenti Apostolicae Sedis”, 
renueva y aumenta los privilegios otorgados a la Compañía por el Papa 
Pío IV, por los que se concedía a la Compañía la facultad de otorgar 
títulos universitarios a sus alumnos, si los colegios distaban de una 
Universidad ya erigida. A diferencia de otros privilegios parecidos 
otorgados a otras Órdenes religiosas, estas Bulas papales permitían 
que los títulos otorgados por los jesuitas tuviesen valor en todas 
partes, no sólo los territorios de América Latina. Así la Compañía 
podía dotar de un título a la juventud de muchos países de América y 
Asia, incluyendo a los jóvenes jesuitas en formación. 

Estos privilegios papales hicieron especialmente atractiva la 

enseñanza jesuita en muchos lugares de América y sobre todo en 
los más alejados de instituciones universitarias como era el caso de 
Guatemala. Y así, en Guatemala desde 1630, los jesuitas comenzaron 
a otorgar grados académicos superiores y a poner en marcha las dos 
“Facultades Mayores” propias de las Universidades de la época: la 
Facultad de Artes o Filosofía y la Facultad de Teología, a las que pronto 
unieron la de Cánones o Moral. 

La presencia de los jesuitas en la vida universitaria de Guatemala 

atravesó dos períodos. Por 40 años (de 1635 a 1676), el Colegio San 
Lucas fue el único centro universitario de Guatemala. Amparado 
en los privilegios de la Bula de Urbano VIII, se otorgaban grados 
de Bachiller, Licenciado, Maestro y Doctor en Artes y Teología. Las 
primeras instalaciones se ampliaron con la adquisición de la manzana 
de los Díaz del Castillo en el centro de la ciudad, gracias a la donación 
del capitán Nicolás Justiniano Chiavari. Con los datos que tenemos, 
podemos asegurar que San Lucas llegó a contar durante un año 
académico normal con cerca de 200 párvulos, 150 gramáticos, 35 

P. JESÚS MANUEL SARIEGO RODRÍGUEZ, S.J. 

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