importancia de la reconciliación y la atención caritativa hacia los
pobres y necesitados. El instrumento que diseñaron los jesuitas para
incidir en el compromiso cristiano de los laicos fue el que se usó en
toda América: las Congregaciones Marianas de laicos cuyo objetivo
era doble: la formación cristiana y el compromiso social y caritativo
de sus miembros.
En Guatemala, los jesuitas trataron de organizar desde muy pronto
la Congregación de la Annunciata. Ya para 1647, S. Lucas contaba con
la primera congregación de estudiantes a cargo del P. Juan de la Cruz
y otra dedicada a los “seglares” bajo la dirección del P. Lobo (a la que
perteneció Pedro de Betancourt). A lo largo de los años fueron sus
directores, jesuitas famosos como los Padres Peña, Siria, Montenegro,
Molina, Cartagena, Benjumea, Zayas, Vallejo y el propio Landívar.
Allí asistían los socios a sus reuniones semanales, todos colaboraban
en actividades de atención social y servicio a personas necesitadas.
Un hecho llamativo de esta presencia evangelizadora: dos de las
grandes personalidades ascético-místicas de la época en Guatemala
fueron formadas por jesuitas: la Venerable salvadoreña Ana Guerra
de Jesús
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que fue acompañada por los Padres Cerón y Siria y hasta
consiguió ser enterrada en el templo de la Compañía. Y el otro caso
insigne, el Santo Hermano Pedro Betancourt, que no sólo fue alumno
de San Lucas, sino además acompañado espiritualmente por el jesuita
Manuel Lobo, su primer biógrafo.
En la etapa moderna, la presencia jesuita comenzó por la
educación en el famoso Colegio Seminario. Pero por la inseguridad de
una institución educativa en aquellos tiempos de convulsiones políticas,
la Compañía insistió en dedicarse también al trabajo pastoral directo.
Al principio se pensó en la pastoral urbana y a ella fueron destinados
13 SIRIA, Antonio de. Vida admirable y prodigiosas virtudes de la V. Sierva de Dios D. Ana
Guerra de Jesús..., Guatemala, 1716 (estudiada por J. A. Platero; en el prólogo hay un
“parecer” del jesuita de San Lucas, Marcos de Somoza).
P. JESÚS MANUEL SARIEGO RODRÍGUEZ, S.J.
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