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Ruth
Piedrasanta Herrera
Revista Estudios Sociales n.
o
82, ISSN 1409-4819, pp. 79-108
situación de las personas pobres y se ha logrado determinar las condiciones
objetivas y subjetivas de las mismas, sin perder de vista su permanencia y
devenir en esta condición. No obstante, desde al menos tres décadas atrás, se
ha evidenciado la insuficiencia en la comprensión del fenómeno al mantener
un solo enfoque disciplinar.
En los estudios sobre el tema se ha producido una evolución de la definición
de pobreza, la cual conceptualmente se ha enriquecido y complejizado;
para ello ha sido importante el aporte de las distintas ciencias sociales que
se complementan entre sí y permiten un mayor alcance comprensivo y
explicativo. Con ello el concepto de pobreza ha ganado en precisión y en
extensión, a la vez que en diversidad de casos abordados y en la profundidad
de su tratamiento. Ciertamente, con una realidad que se complejiza en el
contexto actual, el análisis sobre el fenómeno de la pobreza requiere de la
participación interdisciplinar de las ciencias sociales y humanas, así como de
la integración de equipos de análisis inter o transdisciplinares que den cuenta
de las transformaciones que se presentan.
Así también, y dada su importancia, es conveniente señalar que
esta problemática muestra hasta qué punto la política y la economía se
encuentran ligadas
4
. Debido a esto, la presencia institucional y la política
pública que pueda diseñarse en consecuencia, cobra un peso mayor. Y tanto
a escala mundial, continental, regional o nacional, se han integrado equipos
institucionales, de distintas instancias estatales o privadas, nacionales e
internacionales, para estudiar este fenómeno, ya que su análisis comprende
intereses no solo de carácter científico, sino se compromete con la aplicación
de apremiantes medidas de política pública, que ayuden a contrarrestar estas
situaciones carenciales o de déficit social que afectan no solo a la población
pobre, sino al conjunto de la sociedad de la cual forma parte.
De esa cuenta, a lo largo de décadas, distintas instancias institucionales se
han comprometido con el avance y la profundización del abordaje temático
de la pobreza ligado a los conceptos de desarrollo, desarrollo humano y al
enfoque de derechos. Tal es el caso del Sistema de Naciones Unidas, que
integra distintas instituciones o programas como el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD). También se ha institucionalizado el análisis
para el desarrollo económico como es el caso de la Comisión Económica para
América Latina (Cepal); o bien de instancias que cuentan con ejes de trabajo
específico como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la
Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
4
Cabe señalar la pertinencia de la economía política para abordar este tipo de fenómeno;
no obstante, este enfoque ha sido en buena medida desautorizado por considerarse una
especialidad demasiado posicionada desde lo político.