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Las cadenas de valor ¿oportunidades para los más pobres?

Revista Estudios Sociales n.

o

 82, ISSN 1409-4819, pp. 27-77

El financiamiento, por lo general proviene de ahorros propios o recursos 

que presta la familia. Muy pocos acuden a los sistemas financieros locales 
o nacionales. De hecho, al momento de la encuesta, menos del 2 % de 
productores indicaron contar con algún préstamo bancario.

En cuanto a capacitación, casi todos los productores mencionaron 

necesidades específicas. La mayoría demanda conocimientos sobre el cultivo 
de ejote (semillas, fertilización, manejo de plagas o tecnología), otros cultivos 
y ventas.

Los dos motivos más importantes para dedicarse a la agricultura, en el 

caso de productores de ejote, son la tradición familiar y no tener estudios. 
Ninguno le ve una ventaja sobre otra actividad económica como razón para 
dedicarse a ello.

A pesar que los productores aprenden el oficio en la familia, la producción 

de ejote francés ha estado estimulada por organizaciones. En este caso la 
mayoría de productores ha recibido capacitación de diferentes entidades 
–gubernamentales y no gubernamentales (asociaciones, cooperativas y 
empresas) –, incluyendo aquellas con fines de exportación.

La mayoría de productores tiene idea acerca de otros productos que 

se podrían cultivar, pero no lo hacen, principalmente, por limitaciones 
en el financiamiento o bien por falta de terreno. Otras razones tienen 
que ver con la adaptación a un producto nuevo, ya sea por la volatilidad 
de los precios, el riesgo en la producción o la competencia que generaría 
(un productor adujo que cuando se desarrolla un producto nuevo, otros 
productores empiezan a cultivarlo también, con lo cual se puede generar 
sobreoferta).

3.4.2 Producto

El ejote se cosecha a mano. Consiste en cortar las vainas y depositarlas en 

canastas o cajas. Luego se colocan en un lugar fresco y con sombra, para no 
perder su calidad y se embalan en sacos de nylon para trasladarlos al lugar de 
la venta.

En esta etapa participan, por lo general, los mismos productores, familiares 

y, si el cultivo no es muy pequeño, jornaleros contratados exclusivamente 
para esta tarea.