102
Ruth
Piedrasanta Herrera
Revista Estudios Sociales n.
o
82, ISSN 1409-4819, pp. 79-108
requiere criterios claros. De allí se desprenden diferentes respuestas,
como el planteamiento de objetivos precisos a partir de políticas públicas
específicas de corto y mediano alcance.
A partir de estas definiciones se logra establecer la diversidad de aspectos
que este fenómeno contempla, lo cual requiere de respuestas políticas que
involucran a actores políticos de distinto alcance, a la institucionalidad
nacional e internacional que en este siglo contempla escalas mayores
y formas de articulación institucionales más elaboradas –caso de los
objetivos del milenio (ODM), por ejemplo–, así como a organizaciones o
movimientos de carácter social y no gubernamental, lo cual implica otras
maneras de trabajar para combatir la pobreza a escala mundial.
Si bien la definición de la pobreza es importante, en el caso del análisis
de este fenómeno desde la economía, lo fundamental se centra en medirla y
en esta medición se busca la obtención de resultados verificables
54
. Spicker,
Álvarez y Gordon
55
señalan que para determinar el bajo nivel de vida se
emplean los índices de privación (a mayor privación, menor nivel de vida)
o el gasto en consumo (el bajo consumo equivale a un bajo nivel de vida),
en el que el primer índice es más exacto que el segundo. También se ha
apuntado que se ganaría más precisión si se utiliza la noción de recurso,
más que ingreso monetario, en el análisis generalizado de este fenómeno,
pues en algunos medios el trueque o los ingresos en especie pueden ser tan
importantes como los ingresos.
Boltvinik
56
, uno de los especialistas sobre el tema, señaló hace casi dos
décadas que uno de los problemas que los estudios de medición de pobreza
han debido enfrentar, es la falta de unidad de medición única. Las formas
de contabilidad estatal solo toman en cuenta el dinero como medida única y
universal, y esta ha sido la forma de medición más común en la mayor parte
de países. Sin embargo, otros puntos de vista como el de PNUD –Índice de
desarrollo humano– han aparecido y mantenido un peso importante.
Julio Boltvinik señala varias diferencias y enumera una serie de variantes
en los métodos de medición dentro del tratamiento actual de la pobreza.
54
En este párrafo se ha seguido la definición científica de la pobreza de Spicker, Álvarez
Leguizamón y Gordon en Pobreza: un glosario internacional.
55
ibid., 81-82.
56
Julio Boltvinik, «Economía moral», La Jornada (2008), acceso 4 de agosto de 2017,
http://www.jornada.unam.mx/2008/07/18/index.php?section=opinion&article=027o1eco