La construcción de un amaq’ moderno: Los Copones, Ixcán, Quiché (1760-2015)
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Tomando en cuenta lo anterior, explicar la intensa relación
entre los grupos ch’ol y q’eqchi’, así como los diferentes
procesos de rechazo e integración, entre ellos desde la época
prehispánica hasta el siglo XVIII, puede ser visto como
parte de un proceso de «larga duración» de interacción entre
grupos culturales y sociales, y no tanto como un fenómeno
excepcional. Los q’eqchi’, al igual que el resto de grupos
mayas en Guatemala, buscaron siempre tener el control de
dos o más pisos ecológicos como una forma de garantizarse
la subsistencia, el comercio regional y el acceso a diferentes
bienes. Algunos han tenido dicho control desde mucho
tiempo atrás, como los tz’utujil desde el lago de Atitlán
hasta la costa sur, o los ixil con tierras en el altiplano y en
parte de lo que ahora son las tierras bajas de Ixcán. Como
se indicó, las nociones de identidad (dominante) han ido
transformándose a través del tiempo, de modo tal que hacia
el siglo XVI los grupos ch’ol y ch’olti’ inmediatamente al norte
del área ixil y q’eqchi’ se encontraban subdivididos en grupos
más parecidos a los amaq’ descritos arriba. Un mapa de
Akkeren (figura 3) muestra una reconstrucción hipotética de
la situación geográfica de varios de estos grupos al momento
de la invasión europea, donde es evidente el traslape entre
los grupos q’eqchi’ y ch’ol en un segmento que sigue, de
poniente a oriente, más o menos el trazo de la moderna
carretera de la Franja Transversal del Norte (FTN) un área
de interés estratégico fundamental en la actualidad, como
posiblemente lo fue también en el pasado prehispánico.
La importancia de controlar varios pisos territoriales como
parte de una estrategia comunitaria y estatal ha formado parte
de los estudios sobre las sociedades prehispánicas casi desde
sus inicios. Sin embargo las teorizaciones a las que se harán
referencia acá resaltan aspectos relativos a la diferencia cultural
en la práctica comunitaria y de interacción con el ambiente.