Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales
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los orígenes precisos (nahuas, mixtecos, zapotecos, etc.) pero
persiste la idea de la diferencia originaria y cultural fincada en
«lo mexicano», aunque en la práctica cotidiana tal diferencia
es apenas perceptible.
49
Del mismo modo, la expansión y contracción territorial de los
grupos mayas a lo largo del tiempo ha estado profusamente
documentada, por ejemplo los trabajos de Robert Carmack
y Ruud van Akkeren sobre los k’iche’,
50
Akkeren sobre los
poqom y los q’eqchi’,
51
y Sandra Orellana sobre los tz’utujil,
52
entre otros. Al analizar a los grupos humanos en la historia
es posible notar estas variaciones territoriales, pero también
los procesos de interacción, integración o segregación con
otros grupos. En términos analíticos es muy complicado
establecer si la idea de «ser q’eqchi’» que actualmente existe
(o existen), era la misma que había en el siglo XVI o en
la época prehispánica, por lo tanto al hacerse referencia a
«los q’eqchi’», «los poqom» y otros, se hace bajo el entendido
de que se trata de acercamientos analíticos basados en el
idioma materno de las personas, y no en su etnicidad, que
es mucho más complicada y se fundamenta en filiaciones
familiares, históricas, comerciales y espiritual-religiosas, y
no solo étnico-lingüísticas.
49 Luis Pedro Taracena, comunicación personal (Ciudad de Guatemala,
2016).
50 Robert Carmack, Evolución del Reino K’iche’ (Guatemala: Cholsamaj,
2001); Ruud van Akkeren, Place of the Lord’s daughter: Rab’inal, its
history, its dance-drama (Leiden: CNWS, 2000).
51 Ruud van Akkeren, Xib’alb’a y el nacimiento del nuevo sol: una visión
posclásica del colapso maya (Guatemala: Piedra Santa, 2012).
52 Sandra Orellana, The Tzutujil Mayas: continuity and change, 1250-1630
(Norman: University of Oklahoma Press, 1984).