Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales

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mío trabajaba en granjas, mandaba gasto y ahorro, pero la familia se lo había gastado. Lástima 

la familia de uno que no puede administrarlo. Tratar de aprovechar de la familia que está allá. 

Sería una de las salidas, capacitar a los que están todavía allá. Como alcalde, los paisanos me han 

invitado, pero igual a mí me negaron la visa de por vida.

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Toda la experiencia de Donato Santizo muestra niveles de aprendizaje pero situados en una reflexión 

personal, de toma de conciencia de por qué migró, de por qué no tuvo mayores logros en los primeros 

años y cuáles son las posibles salidas para otros que viven o vivirán la misma experiencia. Sin embargo, 

aunque tiene una reflexión sobre el fracaso de él y otros, sobre las razones del mismo, las vincula a las 

posibilidades del sujeto individual, situadas en el yo, no tanto en la experiencia del sujeto colectivo —de 

los pueblos indígenas— que ha vivido históricamente exclusiones y por ello se ven obligados a migrar 

y a retornar en las mismas condiciones de pobreza. Su reflexión no es aún como el caso del joven Julio 

García Tiklas, que ha logrado que la experiencia personal de discriminación y racismo y del porqué 

migró, la interprete como un continuo entre el contexto del aquí y el allá. Sus logros los sigue situando en 

el nivel individual porque fue alguien que retomó el estudio, pero poco reflexiona que estas experiencias 

personales, cuando regresa, se vinculan a una posibilidad que le brinda su contexto comunitario, el 

cual le asigna roles de servicio ya que ganó la alcaldía de su municipio apoyado por las autoridades 

ancestrales; así como a la madurez obtenida mediante la experiencia en el norte y sus méritos logrados 

en la educación. Este tipo de aprendizaje le da elementos para constituirse en un ejemplo como líder de 

intereses colectivos comunitarios y de la población migrante retornada/deportada. 

Seguramente aquí quedan más reflexiones por realizar en el futuro, ya que la experiencia migratoria se 

construye desde una decisión de lograr el bienestar de la familia, que puede realizarse a través de redes de 

apoyo en el tránsito y algunas ser recibidas e incorporadas a experiencias con grupos de comunidades en 

el destino. Pero, como relata Donato Santizo, hay personas que pueden pasar largo tiempo viviendo una 

experiencia individual de tristeza, aislamiento y frustraciones; y mientras trabajan en Estados Unidos, 

esta dinámica les incorpora a un sistema capitalista individual que les configura como sujetos sujetados 

al consumo, con el afán permanente de tener mejores ingresos que en sus comunidades de origen. 

Estas experiencias individuales que se refieren más al tener y lograr resultados individuales, también 

modifican en parte esa concepción de un sujeto colectivo, que puede ir abandonando y alejándose de los 

objetivos que podrían seguir siendo comunitarios y de pueblo. En algunas experiencias aquí plasmadas, 

algunas personas manifiestan que de poder quedarse allá, lo harían en definitiva; otras por el contrario, 

mantienen sus vínculos familiares y comunitarios, mientras pueden ir y volver. 

Estos vínculos individuales y colectivos de los sujetos migrantes se hacen fuertes cuando las experiencias 

de estar allá y estar aquí, se articulan. En San Mateo Ixtatán, por ejemplo, se lleva a cabo una importante 

experiencia en la Fundación Ixtatán, que tiene relaciones con personas voluntarias y donaciones desde 

Estados Unidos que han impulsado un trabajo en educación y desarrollo. También hubo una iniciativa 

para fundar una cooperativa para trabajar las remesas de sus migrantes en Estados Unidos, que 

lamentablemente no se concretó. Pero sigue existiendo una importante organización social con la cual 

se podría hacer alianzas para abordar el tema de la migración y el desarrollo local en el municipio, dado 

que en la actualidad mantiene un instituto de educación media con financiamiento externo que intenta 

hacerlo sostenible debido al cierre de apoyos que los dejó sin el pago de maestros. Esto podría realizarse 

a mediano plazo a través de la instalación de un centro de la organización jesuita “Fe y Alegría”. En 

91 Donato Santizo.