Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales
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Por los estudios que hice allá me di cuenta de la realidad de Guatemala, México y África,
países donde está afectando la situación global. Si me hubiera quedado en el pueblo no hubiera
conocido esa realidad crítica. Solo los que entran a la universidad aquí, tal vez sepan de esa
realidad… Cuando yo estudié la historia de Guatemala, en la escuela nos daban tareas para
estudiar libros y yo escogí el libro de la United Fruit Company, yo no sabía todo eso. Para mí
eso causó un impacto, cómo Estados Unidos destruyó un sistema que empezaba a favorecernos.
Eso me generó un odio y ese odio me llevó a hacer más investigaciones… Yo no le haría algo
negativo a una persona, sino utilizar el poder para cambiar el sistema político económico de
Estados Unidos o de aquí. Pero yo no le haría daño a una persona. Mi odio es como aquello
que me lleva a hacer algo, como cambiar el sistema económico. Pero yo no creo que se vaya a
cambiar, sino hasta que haya un caos, y finalmente se haga un sistema que respete el planeta y la
vida. Yo quisiera que eso existiera.
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Julio García Tiklas relata ese sentimiento de confrontación de su historia, pero también la del otro país
aún extraño aún él, Estados Unidos y otros que conoció a través de los libros y su autoformación. Su
relato muestra esa contradicción y múltiples dilemas: «Estados Unidos, el país de las oportunidades, pero
a su vez el país que genera desigualdades; Guatemala, nuestra tierra, pero que nos obliga a irnos», que
le lleva a un pensamiento crítico y una perspectiva de querer transformar esa realidad que le oprime y
que ahora él interpreta mejor, así como rechazar todo aquello que considera parte de un sistema. El odio
que él manifiesta sentir, forma parte de un sentimiento de inconformidad que lo revela desde el discurso
hacia un sistema que ha experimentado y analizado como injusto y destructivo. Pero también es un odio
que le genera sentimientos de impotencia, cuando manifiesta que el cambio solo podrá darse producto
del caos; contradicción de pensamientos y sentimientos que seguramente viene de frustraciones sobre el
conocimiento que ahora su experiencia migratoria le brinda sobre una realidad global y local, de generación
de desigualdades que ahora percibe con más claridad. Y así como este joven, muchos otros migrantes,
aunque no todos, quizás con un pensamiento totalmente formulado a través de la experiencia —como
lo manifiesta Ricardo Falla— logran interpretar mejor el racismo, las exclusiones, la injusticia. Además
empiezan a perfilar, aunque levemente, todo aquello a lo que deberían tener derecho y les es negado.
4. Lo que aporta la memoria y experiencia histórica del exilio y el retorno
Sin duda alguna está en la memoria de los pueblos el ciclo de un ir, retornar y volver a irse de forma
forzada debido a la guerra interna, la falta de empleo y la posibilidad de generar ingresos en la zona. La
posibilidad de migrar es mayor cuando se tiene documentación mexicana. Algunos hombres jóvenes
buscan trabajo en México y algunas mujeres en comunidades cercanas a la frontera, quienes deciden
viajar aprovechando que el “coyote” les cobra menos, porque solo es el paso de la frontera México-
Estados Unidos lo que deben realizar. Las agresiones que vivieron en los años ochenta parecen no
haber terminado con el retorno y la instauración de los Acuerdos de Paz en el escenario político del país.
Estas comunidades se sienten una vez más amenazadas por los intereses que puedan estar en el fondo
de la construcción de la Franja Transversal del Norte y los proyectos hidroeléctricos. En la comunidad
de Chaculá hay mujeres a quienes les afecta el abandono de sus esposos pero ven en los jóvenes la
esperanza de cambio, aunque existan muchas dificultades para lograrlo. La experiencia migratoria es
parte de sus vidas, la frontera con México en sus imaginarios no es una frontera física porque han tenido
una relación histórica y social que les ha permitido sobrevivir a la guerra y que ahora complementa su
economía de subsistencia.
85 Julio García Tiklas, joven migrante retornado de San Juan Ixcoy, Huehuetenango.