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El migrante descrito en las páginas de este estudio exploratorio es, en palabras de la autora, “Concebido
no como un sujeto homogéneo, determinado solo por una clase, ni encerrado en simples identidades
esencialistas y estáticas, pero sí que se va constituyendo desde aquellos procesos identitarios de auto-
afirmación, de sentido de pertenencia, construyendo y deconstruyendo su subjetividad”. A través
de la observación, entrevistas individuales y colectivas, Roldán documenta los procesos por los
cuales ella desarrolló este estudio, los menciona individualmente pero siempre en referencia a una
colectividad más amplia a la que pertenecen; colectividad que también constriñe sus posibilidades y
es reestructurada a través de los complejos viajes en ambos lados de las varias fronteras que han cruzado.
La migración está situada dentro de la amplia dinámica social, económica y política que restringe y
es disputada por los huehuetecos. La investigación de Roldán es altamente descriptiva, capturando
diversas dinámicas locales y regionales, mientras se enfoca en un área en el norte de Huehuetenango
donde se despliega el ir y venir a través de generaciones de familias, una geografía local dinámica y en
desarrollo desde donde los migrantes se van y donde regresan voluntariamente o por la fuerza.
Roldán no solo se enfoca en las complejidades de espacio y proceso sino en las polifacéticas subjetividades a
través de las cuales hombres, mujeres, jóvenes, ladinos y mayas se posicionan y reposicionan sobreviviendo
y disputando conflictos armados, huidas y retornos, Huehuetenango/México/Estados Unidos. Estos no
son viajes lineales que encajan con un discurso de “la opción” o “la fuerza”, ya que sus informantes
reflexionan sobre los procesos complejos porque fueron “sacados” de Estados Unidos por el Servicio de
Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (U. S. Immigration and Customs Enforcement)
o “llamados a regresar a casa” por una pareja, hijas o hijos. Sin embargo, “el hogar” ya no puede
contener o sostener a la persona en la que se ha convertido y el llamado a irse toma forma siendo a la vez
difícil aceptar. Las mujeres se reposicionan, reclamando sus creencias históricas mayas y construyendo
nuevas representaciones a través de su participación como mano de obra estadounidense. Experiencias
de discriminación y racismo en el norte son representadas discursivamente en casa, generando una
valoración alternativa de sus raíces indígenas. Por lo tanto, la autora desafía a las personas migrantes y
a todos quienes los acompañan en defender la vigencia de sus derechos, a pensar más complejamente
sobre su diversa posicionalidad, así como a escuchar de manera más atenta sus reflexiones sobre sus
acciones y múltiples formas en las que relatan quiénes son. En lugar de ofrecer soluciones, este estudio
exploratorio invita a establecer un compromiso, a realizar una reflexión crítica y a impulsar acciones
colaborativas.
M. Brinton Lykes
Center for Human Rights & International Justice
Chestnut Hill, Massachusetts, USA.