xii

El migrante descrito en las páginas de este estudio exploratorio es, en palabras de la autora, “Concebido 

no como un sujeto homogéneo, determinado solo por una clase, ni encerrado en simples identidades 

esencialistas y estáticas, pero sí que se va constituyendo desde aquellos procesos identitarios de auto-

afirmación, de sentido de pertenencia, construyendo y deconstruyendo su subjetividad”. A través 

de la observación, entrevistas individuales y colectivas, Roldán documenta los procesos por los 

cuales ella desarrolló este estudio, los menciona individualmente pero siempre en referencia a una 

colectividad más amplia a la que pertenecen; colectividad que también constriñe sus posibilidades y 

es reestructurada a través de los complejos viajes en ambos lados de las varias fronteras que han cruzado.

La migración está situada dentro de la amplia dinámica social, económica y política que restringe y 

es disputada por los huehuetecos. La investigación de Roldán es altamente descriptiva, capturando 

diversas dinámicas locales y regionales, mientras se enfoca en un área en el norte de Huehuetenango 

donde se despliega el ir y venir a través de generaciones de familias, una geografía local dinámica y en 

desarrollo desde donde los migrantes se van y donde regresan voluntariamente o por la fuerza. 

Roldán no solo se enfoca en las complejidades de espacio y proceso sino en las polifacéticas subjetividades a 

través de las cuales hombres, mujeres, jóvenes, ladinos y mayas se posicionan y reposicionan sobreviviendo 

y disputando conflictos armados, huidas y retornos, Huehuetenango/México/Estados Unidos. Estos no 

son viajes lineales que encajan con un discurso de “la opción” o “la fuerza”, ya que sus informantes 

reflexionan sobre los procesos complejos porque fueron “sacados” de Estados Unidos por el Servicio de 

Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (U. S. Immigration and Customs Enforcement) 

o “llamados a regresar a casa” por una pareja, hijas o hijos. Sin embargo, “el hogar” ya no puede 

contener o sostener a la persona en la que se ha convertido y el llamado a irse toma forma siendo a la vez 

difícil aceptar. Las mujeres se reposicionan, reclamando sus creencias históricas mayas y construyendo 

nuevas representaciones a través de su participación como mano de obra estadounidense. Experiencias 

de discriminación y racismo en el norte son representadas discursivamente en casa, generando una 

valoración alternativa de sus raíces indígenas. Por lo tanto, la autora desafía a las personas migrantes y 

a todos quienes los acompañan en defender la vigencia de sus derechos, a pensar más complejamente 

sobre su diversa posicionalidad, así como a escuchar de manera más atenta sus reflexiones sobre sus 

acciones y múltiples formas en las que relatan quiénes son. En lugar de ofrecer soluciones, este estudio 

exploratorio invita a establecer un compromiso, a realizar una reflexión crítica y a impulsar acciones 

colaborativas. 

M. Brinton Lykes 

Center for Human Rights & International Justice 

Chestnut Hill, Massachusetts, USA.