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Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT)
2.2.3 Entre remociones y retornos. La magnitud de las deportaciones desde
los Estados Unidos
Desde el año de 1927 las deportaciones desde los EE. UU. se dividen en remociones
(removals) y retornos (returns). Según Alarcón (2016, p. 162):
Las remociones (removals) son las expulsiones formales de extranjeros con base en una orden
de remoción que tiene consecuencias administrativas o penales sobre reingresos subsecuentes a
Estados Unidos. Por su parte, los retornos (returns) son las expulsiones de extranjeros que no se
fundamenta en una orden de remoción.
A decir de Mónica Jacobo (2016) los retornos o salidas voluntarias son los acuerdos
firmados que permiten salir del país en un período determinado de tiempo, cuando se
firma una salida voluntaria en un centro de detención, el DHS escolta a la persona hasta
la frontera, cuando se firma una salida voluntaria sin haber sido detenido la persona
tiene entre 60 y 90 días para salir del país. «En realidad, el retorno voluntario funciona
como una deportación de facto y tiene consecuencias socioemocionales y de separación
familiar similares a la deportación. Sin embargo, algunos inmigrantes aceptan firmar con
la esperanza de volver legalmente a Estados Unidos en algún momento» (p. 221).
Las estadísticas sobre remociones existen desde 1892 y las de retornos desde 1927. En
el año 1924 se creó la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) con la finalidad de controlar los
cruces ilegales a través de la frontera entre México y Estados Unidos (Alarcón y Becerra,
2012). Desde 1893 más de 55 millones de personas migrantes han sido removidas y
retornadas desde los EE. UU. hacia sus países de origen. La gráfica 17 permite visualizar
la tendencia de la deportación entre 1893 y 2016 evidenciando que en las últimas dos
décadas las remociones han experimentado un aumento, mientras que los retornos han
ido en disminución. En relación con la migración mexicana, Jorge Durand (2016b) señala:
Es a partir de 1997, después de la ley IIRAIRA, que se incrementa el flujo de removidos
y pasó de 69 000 a 114 000. Un segundo repunte se dio en 2003 con la creación del DHS
y el ICE y crecen las deportaciones al interior a 211 000. Finalmente, el último repunte
se da con la administración de Obama, hasta que en 2011 el número de removidos es
mayor que el de retornados en la frontera (p. 244).