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«Otra vez a lo mismo»: Migración de retorno y procesos de reintegración en el altiplano occidental de Guatemala
de estas historias con la finalidad de ilustrar los perfiles encontrados y poder identificar
aquellos desafíos que cada uno de ellos experimenta en el proceso de reintegración.
En la mayoría de los casos la entrevista se realizó en castellano, que por lo general es
el segundo idioma de los entrevistados; en algunos casos, un contacto local sirvió de
intérprete para hacer la traducción desde el idioma maya al castellano. Por criterios éticos
de la investigación solo se entrevistó a personas adultas y a cada persona se le pidió su
autorización para grabar la conversación. Con cada persona se desarrolló un proceso de
entrevista en profundidad que buscó abarcar los distintos momentos de la experiencia
migratoria: la decisión de migrar, la ruta migratoria, la llegada y estadía los EE. UU.,
el proceso de retorno y la experiencia de reintegración en su comunidad de origen.
Cada una de estas conversaciones duró entre una y dos horas. Generalmente, la narración
de las primeras etapas de la experiencia migratoria fue más extensa, los entrevistados
abundaron en detalles sobre la ruta migratoria o la estadía en los EE. UU., sin embargo, el
proceso de retorno y el proceso de reintegración parecen ser la parte menos relevante en la
narración de los entrevistados. Al llegar a esta parte del relato, se intentó hacer preguntas
para profundizar en la experiencia de migración de retorno. Algunas veces se logró con
éxito y otras veces fue más difícil. Ricardo Falla y Elena Yojcom (2012), a partir de un
estudio realizado con población retornada en el norte de Huehuetenango, señalaron:
«Los datos que logramos de los retornados voluntarios son más abundantes que los
que obtuvimos de los deportados. Los deportados no quieren hablar de su experiencia.
Es como un trauma que no quieren recordar» (p. 12). En el trabajo de campo realizado
para este estudio se observó que la experiencia de retorno y reintegración parece ser
difícil de narrar no solo para las personas deportadas, sino también para aquellas que
han retornado de forma voluntaria; las personas prefieren ahondar en la parte épica
del relato, en la historia del viaje y las hazañas realizadas en el país de destino; y buscan
obviar las dificultades que han tenido que enfrentar desde que retornaron a Guatemala.
La mayoría de las entrevistas se realizaron en los hogares de las personas retornadas.
Entrar en la vivienda de alguna persona que retornó desde los EE. UU. al altiplano
occidental guatemalteco es entrar a una especie de museo. Es común encontrar en las
paredes fotografías que permiten constatar su presencia en el país del norte. Destacan
aquellas fotografías de la persona migrante junto al vehículo que manejaba o en un
paisaje nevado. Estas fotografías son el recuerdo de una estancia que no desean olvidar.
Aunque el retorno haya sido forzado o voluntario, la experiencia migratoria es algo que
impregna no solo las paredes de su casa sino también las de su memoria. Muchas de