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«Otra vez a lo mismo»: Migración de retorno y procesos de reintegración en el altiplano occidental de Guatemala
Según el antropólogo Nicholas De Genova (2002), las políticas inmigratorias estadounidenses
a lo largo de su historia han buscado regular y administrar los flujos migratorios con la
finalidad de asegurar su mejor aprovechamiento. La situación de «ilegalidad» ha colocado
a las personas migrantes en una situación de inestabilidad y de mayor vulnerabilidad al
estar siempre sujetos a una posible deportación, una condición que De Genova ha
denominado de «deportabilidad». Tanto la «ilegalidad» como la «deportabilidad» han sido
producidas, esto explica por qué a pesar de que la mayoría de las personas migrantes en
situación irregular son potenciales sujetos de deportación, no todas son deportadas. Por
tanto, la deportabilidad ha funcionado como un mecanismo para el control de las personas
migrantes irregulares y para facilitar su disponibilidad laboral.
Por su parte, Liliana Meza (2014) plantea que la historia de los EE. UU. está plagada de
episodios de expulsión masiva de extranjeros y que casi siempre estos coinciden con
períodos de recesión económica combinados con posiciones xenófobas. Por ejemplo, es
posible mencionar las deportaciones de migrantes mexicanos que se realizaron durante
y después de la Gran Depresión de 1929, las cuales tenían como finalidad facilitar la
inserción laboral de los trabajadores estadounidenses y también, las deportaciones
masivas de 1954 mediante la operación Espaldas Mojadas (Operation Wetback).
En el libro Deported: Immigrant Policing, Disposable Labor and Global Capitalism, Tanya Golash-
Boza (2015) sostiene que las deportaciones en la actualidad ocurren en un contexto
marcado por el capitalismo global, el neoliberalismo y el control social racializado.
Golash-Boza habla de una etapa de «deportaciones masivas» porque considera que las
deportaciones en las últimas décadas han sido significativamente mayores de lo que han
sido en cualquier otro momento de la historia estadounidense. Entre las principales
características del contexto actual que hacen posible la deportación masiva están: a) la
desigualdad global, la cual provoca que los migrantes atraviesen fronteras en busca de
mejores oportunidades que las que les provee su país de origen, b) sistemas de control
fronterizo y policía migratoria que dificultan y hacen más vulnerable la migración
internacional, c) cambios económicos y sociales en los EE. UU. que provocaron cambios
en el mercado de trabajo y redujeron la disponibilidad de empleos de baja calificación
con pagos dignos aumentado el empleo de carácter temporal y mal remunerado; y
d) un sistema de control social racializado enfocado en los hombres negros y latinos
que permite que los migrantes que eviten empleos de bajos salarios sean detenidos y
deportados si no son ciudadanos.