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su país estaba en ruinas –el desastre geológico de Antigua Guatemala es superado hoy
por los desastres sociológicos de la corrupción y la impunidad–, soñó que Guatemala
se podía reconstruir y, como el ave fénix, renacer de sus cenizas. En palabras de Rafael
Landívar, en su Rusticatio Mexicana (1996, p. 65):
Recobra la ciudad rápidamente
de sus mismos destrozos nueva vida,
acaso más feliz ¡quiéralo el Cielo!
cual otro fénix de inmortal ceniza.
Lizbeth Gramajo realiza un aporte a esa reconstrucción, al hacer que volvamos la mirada
a tantos miles de compatriotas que comparten ese mismo sueño.
P. José Luis González Miranda, S. J.
Coordinador
Red Jesuita con Migrantes de Guatemala