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Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT)

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Educación, capacitación y certificación a nivel técnico

En el caso de las personas adultas, la mayoría de entrevistados en el altiplano occidental 
guatemalteco señalaron haber cursado únicamente el nivel primario y posteriormente 
haber abandonado la escuela para comenzar a trabajar. Estos datos coinciden con los 
de la encuesta de la OIM (2017) que señaló que de las personas guatemaltecas en el 
exterior que envían remesas, la mayoría solo ha cursado el nivel primario (el 51.5% viajó 
con algún grado de educación primaria y el 30.7% con la primaria completa). Por tanto, 
debido al bajo nivel de escolaridad, la población migrante guatemalteca se emplea en los 
EE. UU. principalmente como mano de obra no calificada.

En el caso de los menores de edad que están migrando la situación es similar, la mayoría 
abandona la escuela para migrar o ya había abandonado la escuela antes de migrar. Según 
los datos de la Encuesta de Hogares de Movilidad Humana en Guatemala realizada por la OIM 
en coordinación con la SBS y la OIT (2017), el 91.9% de los niños y el 90.5% de las 
niñas que retornaron al país desde México y los EE. UU. entre mayo y octubre de 2017, 
no cumplen con la escolaridad mínima esperada para su edad. Además, es relevante 
mencionar que uno de los procesos más difíciles es lograr que el menor que intentó 
migrar vuelva a la escuela. Según refieren algunos directores de escuela o maestros, 
cuando el menor retorna luego de haber intentado llegar a los EE. UU. es probable que la 
sensación de vergüenza y fracaso impidan que retorne a la escuela, por lo general, estos 
menores abandonan la escuela, buscan algún empleo para apoyar a la familia o intentar 
migrar nuevamente.

Según la Encovi 2014 el promedio de años de escolaridad en Guatemala en 2014 era 
de 5.6 años. Si este dato se desagrega por etnicidad, encontramos que en la población 
indígena era de 4.0 años mientras que en la población no indígena aumentaba a 6.6 
años. Estos datos revelan los grandes desafíos de la educación formal en Guatemala, 
ante esta realidad es indispensable pensar en alternativas educativas para la población 
guatemalteca que se encuentra fuera del sistema educativo o que abandonó la escuela 
tempranamente.

La población retornada entrevistada expresa la necesidad de capacitarse a nivel técnico 
para poder adquirir conocimientos y desarrollar habilidades que les permitan con mayor 
facilidad conseguir un empleo o emprender un negocio. Por otro lado, la población 
retornada que logró desarrollar ciertas competencias laborales en los EE. UU. expresa