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«Otra vez a lo mismo»: Migración de retorno y procesos de reintegración en el altiplano occidental de Guatemala
Como bien plantea Cassarino (2004) el proceso de reintegración varía según el tipo
de retornado, la motivación para el retorno y la movilización de recursos. Si bien cada
perfil de persona retornada tiene sus propias características y sus propios desafíos en el
proceso de reintegración, es posible identificar también algunos desafíos en el contexto
al cual retornan las personas guatemaltecas que han migrado de forma irregular a
los EE. UU. El altiplano occidental guatemalteco, una región altamente expulsora de
población migrante, se convierte también en una región receptora de una gran cantidad
de población que retorna de forma forzada o de forma voluntaria desde los EE. UU. ¿Qué
desafíos presenta la región del altiplano occidental guatemalteco para la reintegración de
las personas retornadas?
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Oportunidades laborales descentralizadas
La mayoría de las personas retornadas entrevistadas señalan como una de las principales
causas de emigración la búsqueda de un empleo que les permitiera tener un ingreso
constante para cumplir con algunas metas propuestas (pago de deudas, compra de terreno,
construcción de vivienda, pago de bienes y servicios, entre otros). La migración interna,
transfronteriza e internacional se ha convertido en una estrategia de sobrevivencia y de
generación de ingresos para las familias del altiplano occidental guatemalteco. Como
señala una de las personas retornadas en Tajumulco, San Marcos: «La mayoría de la gente
se va porque quieren tener una casa, un carro y sí lo cumplen entonces cuando ven que
ya lo tienen se vienen y traen un poco de dinero».
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Al retornar a Guatemala, la mayoría de las personas originarias de esta región expresaron
que vuelven a enfrentar la misma realidad laboral que vivían antes de emigrar: desempleo,
empleo informal o actividades de subsistencia, generalmente agricultura para el
autoconsumo. Las personas que retornan tras haber trabajado por algún tiempo en los
EE. UU. comentan que adquirieron una rutina de trabajo que les permitía tener varios
empleos e incluso hacer horas extras. A pesar de que en la mayoría de los casos las jornadas
de trabajo eran largas y las condiciones laborales no siempre fueron las más adecuadas, las
personas migrantes sabían que recibirían un ingreso que les permitiría pagar sus gastos
de estadía en los EE. UU. y enviar la remesa a sus familias en Guatemala. Lo que más
extrañan la mayoría de retornados, de su vida en el norte, es el pago que recibían por los
servicios que prestaban. Generalmente hablan de ingresos de por lo menos seis dólares
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Grupo focal 2. Personas retornadas en Tajumulco San Marcos, 6/4/2018.