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Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT)

Casi la mayoría de personas que estuvimos allá aprendimos a hacer diferentes trabajos. Hay 
mucha gente que sabe mucho de embutidos, hay mucha gente que sabe destazar o hacer cortos 
fines (…) todos esos cortes la gente de aquí de Calderas sabe hacer todos esos trabajos.

También pensaron en algún momento en crear una empresa en la comunidad, sin 
embargo, la falta de capital para invertir fue la principal limitante: «Entonces por eso 
nosotros quisimos tener una granja y poder producir nosotros aquí la misma carne 
(…) pero como le digo se necesita mucho financiamiento», expresa Fabián. En el 
2013 Conamigua coordinó con el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) y con el 
Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) la capacitación de personas 
de la asociación como guías de turismo para llevar a las personas a la cumbre del volcán 
de Acatenango. Esta capacitación permitió generar algunos ingresos para los miembros 
de la asociación. Según expresa Fabián:

Hemos estado un poquito mejor, porque ya esto pues ha estado generando empleo para algunas 
familias, porque son como 30 socios que estamos activos para subir gringos al volcán. Hay días 
que se van dos, hay días que se van tres, hasta cuando hay tour privado suben seis hasta siete guías 
arriba. Entonces yo creo que 300 quetzales que caigan a la semana, no caen mal, sino que eso 
nos viene a ayudar bastante a nosotros. Y al mismo tiempo aprovechamos el resto de la semana 
para hacer nuestros mismos trabajos, sembramos maíz, frijol, coliflor, rábanos; tenemos nuestros 
huertos familiares y con eso nos estamos nosotros entreteniendo un poco.

Desde 2011 Aprode

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 agrupa a las personas deportadas de la aldea de San José Calderas 

con la finalidad de buscar alternativas económicas y de desarrollo para su comunidad. 
A decir de Fabián: «El apoyo que nosotros necesitamos como asociación es que el 
gobierno también se interese un poco en las asociaciones, en la gente deportada, porque 
realmente lo necesitamos». Actualmente, la asociación cuenta con alrededor de 60 socios 
activos. Cuando se les pregunta qué ha pasado con el resto de las personas deportadas 
de Postville, indican que el proceso de reintegración ha sido difícil. A diez años de la 
redada, la mayoría de las personas deportadas han intentado migrar nuevamente de 
forma irregular hacia los EE. UU.

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 En el cuarto apartado de esta publicación se hace una reseña del trabajo de esta asociación.