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Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT)

en efectivo, no me pagaban en cheque. Las horas que yo hacía me pagaban. Me pagaban 
6 dólares 25 centavos la hora (…) cada fin de semana me daban mi sobre, pero venía 
en efectivo». Sin embargo, claramente Juan señala que en el 2001 la situación cambió y 
comenzaron a exigirle documentos, por lo que recurrió al uso de documentos falsos:

De repente en el 2001 cambió las reglas de la empresa, porque yo empecé a trabajar en el área 
03 de Agriprocessors, donde mataba las vacas, cuando empezó a cambiar las reglas. Me mandaron 
una carta donde decía que tenía que tener documentos de Estados Unidos (...) Entonces la 
misma empresa, el mismo mayordomo que teníamos dijo que había una persona que daba los 
documentos, yo no sabía (…) agarra tus papeles, pero tú ya no vas a trabajar con tu nombre (…) 
el mayordomo era mexicano. Y me sacaron 125 dólares por los documentos, como tarjeta, ID de 
Iowa. Entonces me sacaban ya el cheque a ese nombre.

Sobre los mayordomos o supervisores, tanto Juan como Fabián cuentan que eran de 
nacionalidad mexicana e israelita. Ellos hacían la función de intermediarios entre los 
patronos y los trabajadores. Según ambos, era común ver o escuchar de abusos y malos 
tratos que cometían los mayordomos con los trabajadores. Fabián cuenta que antes de 
que se realizara la redada ya había fuertes rumores en la empresa sobre la posibilidad de 
que llegaran las autoridades migratorias:

De repente se oyó rumores de que inmigración iba a llegar, que iba a entrar a la empresa y que iba 
a comenzar a llevarse a la gente. Pero nosotros nunca pensamos que era real. Se decía tal día van 
a llegar, había gente que llegaba a trabajar y gente que no llegaba a trabajar porque tenía miedo 
de que lo fuera agarrar inmigración allí. Y pasaba el día y no llegaba nadie.

Juan coincide con Fabián: «Un mes antes de redada empezaron a decir “va a entrar 
migración”, había rumores, entonces la gente se asustaba y no llegaba a trabajar». Sobre 
el momento de la redada Fabián narra:

De repente, sorpresivamente, cayó inmigración. No sabía nadie el momento. Y cuando cayó 
inmigración no tuvimos tiempo para escondernos (…) realmente inmigración nos tuvo que 
copar, ellos ya tenían cerradas las puertas, ya estaban vía aérea también cuidado todas las salidas, 
nadie podía escaparse.