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«Otra vez a lo mismo»: Migración de retorno y procesos de reintegración en el altiplano occidental de Guatemala
En el año 2003, Rosa consiguió llegar hasta New Bedford, Massachussets, lugar en donde
se encontraba su esposo. En este momento el esposo lograba solo algunos días tener
trabajo en el campo. A través del contacto de una cuñada que estaba en los EE. UU. Rosa
logró conseguir trabajo en la empresa Michael Bianco Inc. Su trabajo consistía en cortar
telas y elaborar diferentes prendas de vestir, el pago era semanal lo que les permitió tener
un ingreso estable desde el año 2003 hasta el año 2007. Rosa recuerda que ganaba 7.50
dólares por hora, algunas semanas lograba alcanzar los 250 dólares. Ella recuerda que
en esta fábrica trabajaban varias personas guatemaltecas originarias del departamento de
Quiché, también recuerda a trabajadoras salvadoreñas y hondureñas. A dos años de estar
en los EE. UU. su segundo hijo decidió migrar, así que cuatro miembros de la familia
estaban allá y los dos hijos menores aún seguían en Guatemala.
Tres meses antes de la redada el esposo de Rosa también consiguió trabajo en la fábrica
Michael Bianco Inc. haciendo labores de costura de uniformes para el Ejército de los
Estados Unidos. El día de la redada Rosa recuerda que trabajaban cuando escucharon
la voz de la supervisora en un altavoz que indicaba que no corrieran, que se quedaran
en su lugar de trabajo. Ella recuerda que se asustó y que observó cómo algunos de los
trabajadores y trabajadoras empezaron a correr y a esconderse debajo de las mesas, en
los baños y en otros lugares de la empresa. La empresa estaba rodeada por patrullas de
la policía e incluso por helicópteros que sobrevolaban el área.
Al momento de la redada, Rosa tenía ocho meses de embarazo por eso no la detuvieron,
sin embargo, le dieron una cita para presentarse ante las autoridades migratorias. Su
esposo sí fue llevado a un centro de detención en donde estuvo cinco meses y luego fue
deportado, llegó a Guatemala en un vuelo de deportados en la FAG. Rosa se quedó por
seis meses más en los EE. UU. Durante estos meses nació su hijo y fue inscrito como
ciudadano estadounidense. Ella retornó porque su esposo la llamó y le dijo que viniera
a cuidar a sus hijos que estaban en Guatemala, ella compró su boleto de avión y retornó
con su bebé por el Aeropuerto Internacional La Aurora. Por haber retornado no pudo ir
a la cita que le habían dado para pelear su caso ante las autoridades migratorias. Recuerda
haber regresado a Guatemala con sentimientos encontrados, estaba triste porque dos de
sus hijos se quedaron en los EE. UU., sin embargo, estaba contenta por venir a ver a los
dos hijos que había dejado en Guatemala. Al retornar a Guatemala tuvieron dos hijos
más, por lo que en total tienen 8 hijos. Cuando fue la redada, Rosa tenía 35 años.