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Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT)

imagino que se está poniendo más difícil». Actualmente, Bernabé continúa dedicándose 
a la agricultura y expresa no buscar otro trabajo porque únicamente estudió hasta sexto 
primaria y sabe que en Guatemala «si uno no tiene un título no gana mucho». Esa era 
una de las razones que lo motivaban a viajar a los EE. UU. donde tenía la posibilidad de 
encontrar un empleo bien remunerado, aún sin tener algún tipo de estudios. Bernabé 
comenta que no tiene familiares en los EE. UU. pero se arriesgó a viajar seis veces porque 
conoce a otras personas de Patzún que han viajado y que están en Houston o en Miami 
y han logrado salir adelante.

José

Joven guatemalteco que a los 19 años intentó migrar a los EE. UU. Fue deportado en 
2015 tras estar detenido quince días en Texas. Originario de Cantel, Quetzaltenango. 
Desde su retorno se estableció nuevamente en su municipio de origen.

«Sí logramos llegar, pero ya solos…».

«La verdad que por necesidad, por falta de trabajo acá, entonces no conseguía trabajo 
e intenté ir», son las palabras de José, un joven que en el 2015 con solo 19 años de 
edad optó por migrar desde Cantel hacia los EE. UU. José contactó a un coyote que 
cobrara 45 000 quetzales por un intento de viaje, el trato era dar 20 000 quetzales antes 
de salir y pagar el resto al llegar a los EE. UU. José pidió 20 000 quetzales prestados 
a una cooperativa en Cantel y con eso pudo emprender su travesía. Así narra José su 
experiencia migratoria que duró tan solo un mes y medio:

Pero sí la pasada está duro. El alimento, el lugar donde uno se queda, sí es complicado porque 
uno se queda así en el suelo, en el piso. En diferentes lugares nos detenían, lo que costaba más era 
la comida porque solo dos veces al día daban; a veces daban y a veces no daban. Sí se tarda uno 
mucho tiempo para llegar y lo mantienen mucho a uno encerrado. Íbamos como unos treinta de 
diferentes lugares, el coyote es de otro lugar, pero sí íbamos bastantes. Sí logramos llegar, pero 
ya solos, o sea ya no todos, de los 30 que cruzamos el río primero y allí nos perdimos todos, con 
todo y el coyote, ya solo 5 cruzamos para allá. Ya luego cruzamos el desierto y ya estando allá 
estábamos perdidos, ya del lado estadounidense. Como seis días estuvimos allí y luego ya nos 
agarraron los de migración. Por falta de alimento, por falta de agua, fue que nos agarraron. Nos 
encerraron quince días, en San Antonio, en Texas. Nos pasaron procesos, supuestamente castigo 
le dicen ellos, en unos cuartos así fríos, un día y una noche nos dejaban allí.