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«Otra vez a lo mismo»: Migración de retorno y procesos de reintegración en el altiplano occidental de Guatemala

buscarme alguien allá para cruzarme al otro lado. Con esos fracasos nos decidimos a viajar, fue 
la peor de nuestras experiencias de viaje. Nos topamos con extorsionistas, con gentes malas. 
Llegamos a la frontera de Nogales, Sonora, ya sin ni un centavo, sin nada. Desesperadamente 
nosotros pedimos ayuda en una iglesia, nos recomendaron que nos fuéramos a una casa de 
migrante que se llama Juan Bosco y allí fue cuando nos llevaron al comedor de la Iniciativa Kino. 
Nosotros esperamos un coyote pero nunca llegó, nos desesperamos (…) decidimos regresar 
porque no teníamos nada que hacer allá.

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La experiencia de esta última vez lo desanimó y decidió tratar de salir adelante en 
Guatemala. Sin embargo, luego de conversarlo con su familia, decidieron hipotecar el 
terreno y la vivienda para poder pagar nuevamente un guía e intentar llegar a los EE. UU. 
Este guía prometió un viaje con tres oportunidades, cobró 25 000 quetzales y se quedó 
con la escritura de la casa. En estos tres nuevos intentos volvió a ser detenido, recuerda 
que en una de las oportunidades logró llegar hasta McAllen, Texas.

Bernabé lleva la cuenta de cada una de sus experiencias de deportación e incluso considera 
que hay diferencias entre el proceso de deportación desde territorio estadounidense y 
desde territorio mexicano:

Tengo como cuatro deportaciones en los EE. UU. y dos en México. En Estados Unidos te 
encierran en un lugar que le dicen la hielera, después de allí esperas a que salgas. Vienes en el 
avión encadenado hasta que en un área de Guatemala te quitan las cadenas. Al llegar a la Fuerza 
Aérea hay que esperar que nos dicen que nos bajamos, nos entrevistan y allí cada quien para su 
casa. Nos proporcionaron un bus, yo vivo en Patzún, el bus iba para Huehuetenango, entonces 
yo me quedaba en la entrada (…) La deportación de México tiene un poco más de desorden, 
menos seguridad. En los EE. UU. te encierran, pero no viene un agente que te maltrate, en 
México sí. México es más duro. Venía en el bus, nos dejaban en frontera Talismán, de allí uno 
tiene que ver cómo llega a su comunidad.

Las diversas experiencias de migración y deportación han dejado a la familia de Bernabé 
con más deudas y han agravado la situación de pobreza en la que se encuentran. La última 
vez que Bernabé intentó migrar fue en 2015 cuando tenía 25 años, al ser entrevistado 
en 2017 expresó no desear intentarlo nuevamente porque está consiente que cada vez es 
más difícil: «Con la situación que está, yo ya no tengo en mente volver a cruzar porque 

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 En esta parte del relato Bernabé habla en plural porque realizó este tercer viaje en compañía de su 

hermano.