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«Otra vez a lo mismo»: Migración de retorno y procesos de reintegración en el altiplano occidental de Guatemala

hijo. Sobre el viaje Zacarías no cuenta mucho, se limita a decir que contrató a un coyote 
para que lo llevara hasta la frontera estadounidense: «Sufrimos un poco en México, como 
se sufre en el territorio de México, cruzamos el río Bravo con él, mi hijo pequeñito». 
Sobre su situación al llegar a los EE. UU. Zacarías comenta:

Cuando mi hijo tenía un año con cinco meses aproximadamente, nosotros viajamos para Estados 
Unidos los dos. Yo crucé con él todo México, llegué a Estados Unidos, nos dejaron entrar con 
este permiso que estaban dando de que un padre o una madre puede ingresar con sus hijos. 
Yo llegué allá, estuve trabajando, estuve con mi hijo. Nos daban una cita, nunca tuve una corte 
frente a un juez, nada más me dieron citas que las hacía cada mes, que nos presentábamos en 
cierta institución que tienen los Estados Unidos. Yo iba a ISAP cada mes con mi hijo y a mí me 
colocaron el grillete para estar allá.

Zacarías hace referencia al Intensive Supervision Appearance Program (ISAP, por sus siglas en 
inglés) o Programa de Supervisión Intensiva de Presencia, el cual le permitió tener una 
alternativa a la detención migratoria y continuar en los EE. UU. mientras cumplía con 
sus audiencias en la corte. Sobre el uso del grillete durante su estadía Zacarías narra:

Yo siempre tuve el grillete, todo el tiempo que estuve en Estados Unidos, me lo quitaron hasta que 
me detuvieron. Es difícil, es algo duro, es algo complicado porque lo tiene uno que cargar como 
si estuviese cargando un celular a la energía. Lo tiene que cargar con uno, a veces no se puede 
cambiar, no se puede estar vestido cómodo porque hay que cubrir el grillete, hay que tenerlo 
cubierto. Es incómodo. Muchas veces es por la necesidad que uno tiene y la desesperación, 
aunque en realidad no es nada cómodo.

Se asentaron en el estado de Alabama, lugar en donde Zacarías tenía familiares que 
habían migrado previamente. Tras un año y ocho meses de estar en los EE. UU., una 
falta cometida hizo que Zacarías fuera deportado, sin embargo, su hijo se quedó allá. 
Sobre la razón de la deportación comenta:

En cierta oportunidad, en el 2017, yo tenía que trabajar e iba a dejar a mi niño en guardaría, 
pero lo fui a traer en guardería y él se quiso ir conmigo en la parte de adelante de mi carro, en el 
copiloto, pero en Estados Unidos eso no es permitido, yo sabía, pero como estaba cerca de mi 
casa. De pura mala suerte me detuvo la policía del estado y como al niño lo llevaba adelante, es 
un delito, ellos me recogieron a mi hijo. Estuvo el niño en la casa hogar como 20 días, luego me 
regresaron la custodia de mi hijo. Tenía una última corte donde iban a cerrar mi caso, pero para