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Los caminos de la creación artística, procesos de vida

El tiempo es un factor que determina la confianza entre los miembros del grupo. Según 
Mariam Arenas, actriz, explica que el transcurrir del tiempo fortalece la cohesión de 
grupo, dado que se van creando lazos de amistad y de pertenencia. Esto redunda en el 
trabajo y facilita superar las conflictividades que surgen en la convivencia cotidiana. 

Tanto Patricia Orantes como Sabrina Castillo, directoras del Laboratorio de Teatro y 
del grupo Momentum respectivamente, insistieron durante el proceso creativo en que 
tanto actores como bailarines se situaran en el presente aún en la repetición; es decir que 
aunque una escena o una frase coreográfica se repita un sinnúmero de veces durante los 
ensayos, las y los artistas deben sentir como si fuera la primera vez, mantener de forma 
constante la capacidad de asombro y de situarse en el ahora. Orantes sostiene que al tener 
la intención puesta en el momento presente, se evita de alguna manera «preconstruir» 
movimientos o reacciones del personaje. Se evita caricaturizar al personaje y con ello, 
darle toques que no son auténticos, se vuelve falso. 

Al correr las escenas, van corrigiendo cada frase, los énfasis, las reacciones físicas. Limpian 
también el movimiento en el espacio. La directora siempre pregunta al final: ¿Qué les 
falta? ¿Qué les sobra? ¿Cómo se sienten? Hay un desafío constante, puesto que actores 
y bailarines deben conservar las acotaciones que les han sido dadas y al mismo tiempo, 
mantener su atención en el momento presente y en lo nuevo que ofrece el instante en 
que cada escena o frase coreográfica se corren de nuevo.

Patricia Orantes también le da mucha importancia a los tiempos de pausa. Parece un 
detalle imperceptible, pero el silencio está cargado de significado. Ella sostiene que en 
lugar de pensar que durante la pausa «no pasa nada», es todo lo contrario. Se hace una 
pausa porque está sucediendo mucho dentro del personaje y del actor. Cuando se hace 
una pausa es porque está pasando algo fundamental. 

Por otra parte, necesitan tiempo para entrar en el personaje emocionalmente y luego también 
para salir de la intensidad del mismo. La directora respeta ese tiempo y hay momentos para 
entrar y salir de dichos personajes. Sin embargo, hay momentos al correr las escenas en que 
este ejercicio debe hacerse rápidamente para permitir el fluir de la obra.

En el caso de los artistas visuales, parece ser que ciertas ideas o estímulos requieren 
un determinado período de tiempo para asentarse en su interior, para gestarse y 
posteriormente convertirse en una obra.  Tal es el caso de varios de los participantes en