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Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT)

teatral comentó al respecto que si bien Noé tardaba más tiempo en trabajar su personaje, 
es la persona que en la dramaturgia de la obra escribió los textos más poéticos.

En el diálogo, le pregunté si consideraba que esto podría ser parte de su visión de la realidad 
y del mundo desde su cultura maya kaqchikel, puesto que dentro de esta cosmovisión 
hay profundos procesos introspectivos. Él respondió que su proceso es más reflexivo, 
su forma de expresión es diferente, además de que creó una parte del parlamento en su 
idioma materno. Esto representó para él una fase muy profunda de trabajo.

A este aspecto le denominan en el colectivo de teatro «el tiempo interno», que consiste en 
el proceso interior que necesita cada actor o actriz para elaborar su personaje, para crear su 
historia, sus complejidades emocionales y psicológicas, y lograr el resultado deseado.

Patricia Orantes sostiene: «yo soy lenta también, soy lenta y me gusta ser lenta. Antes no 
me gustaba. Creo que en eso también hay una energía. A veces es necesario aquietarse. 
En las diferencias del manejo del tiempo también hay una diversidad de la cual cada 
quien puede enriquecerse, nos complementamos».

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Esta consideración sobre el tiempo es muy importante porque presenta una trasgresión 
al significado que se le da a su uso, sobre todo en la cultura occidental. Desde los 
imaginarios presentes en la misma, el tiempo es un recurso de producción, por lo tanto 
hay que aprovecharlo al máximo para generar resultados, sobre todo al servicio de la 
producción de capital. De allí viene la idea de hacer las cosas lo más rápido posible y la 
justificación de la prisa. En este caso, Orantes dice «soy lenta y me gusta ser lenta», idea 
que también le tomó tiempo aceptar porque reconoce que antes no le gustaba. Hubo una 
rebeldía interna para respetar sus propios procesos y tomarse el tiempo necesario para 
lograr tener un resultado esperado. 

El tiempo también es un condicionante, como lo expresa el bailarín Brayan Córdova. Al 
inicio, hay más posibilidades de dedicar el tiempo a la improvisación, de cierta manera, al 
juego creativo. A medida que el proceso avanza, la obra exige más, mayor compromiso 
y también más horas de trabajo. Esto hace que exista una percepción de que el «tiempo 
se acorta» y de hecho, se acerca el momento en que hay que mostrar resultados el día del 
estreno. Esto genera estrés.

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  Grupo focal realizado el 8 de junio de 2017.