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Los caminos de la creación artística, procesos de vida

Hubo un conflicto inicial para tomar la decisión de elegir el tema de la obra y concretarlo; 
roces entre los miembros del equipo, puesto que cada quien tenía una concepción distinta 
sobre la pobreza. Orantes habla de esta etapa como «una gestación complicada»; sin 
embargo, uno de los puntos medulares fue nunca perder el sentido del humor, incluso 
acudieron a estudiar a Charles Chaplin como un recurso para trabajar un tema de por sí 
muy grave y «atroz», como lo califica. 

Mariam Arenas, actriz, relata que al inicio tuvieron que trabajar mucho para manejar las 
diferencias entre los miembros del grupo; era complicado ponerse de acuerdo. Hubo 
un momento en que quisieron dejarlo todo, pero el objetivo que se plantearon fue más 
fuerte y tenerlo consciente, les permitió seguir adelante. El gran objetivo era lograr la 
obra y al final, una de las personas optó por retirarse del montaje. 

Según la actriz, algo que ayuda a superar las dificultades es el tiempo de conocerse y 
trabajar juntos, porque se forman lazos muy fuertes de relación entre las y los miembros 
del grupo. Esto también representa un desafío para alguien nuevo que entre al colectivo, 
puesto que es difícil lograr adaptarse cuando ya existen entre otros miembros lazos de 
cohesión tan fuertes. Nuevamente, Arenas menciona el aspecto lúdico, la diversión y 
el gozo como elemento importante para solventar los problemas. Asimismo, tener la 
disposición tanto de expresar alguna molestia en el momento en que ocurre y no esperar 
a que se vuelva mayor el problema, así como la disposición de escucha.

Patricia Orantes, directora del colectivo, sostiene que hay momentos en que la labor 
de dirección implica tomar decisiones tajantes para resolver un conflicto. Relata que 
enfrentaron en el grupo momentos muy tensos y que ella se enfocó en sobrepasar el 
conflicto, de consensuar con todo el grupo que iban a ser capaces de lograrlo. Explica 
que siempre existe cierta tensión entre la dirección y los actores porque, según sus 
palabras, «el actor está más vulnerable, más expuesto. Abre todo el campo de vida, de sus 
emociones».

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 Es así que quien dirige tiene también un rol de observador, la mirada de 

cierta forma externa, que orienta al actor y aporta en el manejo emocional de la escena. 
Sostiene que la amistad es algo muy importante para sobrepasar los conflictos. 

Refiere también que desde la dirección se viven tensiones e inseguridades desde otra 
perspectiva, puesto que al final recae sobre esta función la toma de decisiones cruciales 

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Ibid.