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Los caminos de la creación artística, procesos de vida

Una constante dentro de los artistas visuales es considerar como otro cuerpo el objeto 
con el que se trabaja, es decir, el aspecto simbólico del material con el que trabajarán o 
los elementos que incluirán en un 

performance. Fredy Albizúrez lo expresa así: «Entro en 

contacto íntimo con el objeto, lo veo. Me he cortado con estos objetos mientras estoy en 
mi búsqueda. Siento las texturas, las temperaturas, me sensibilizo con el objeto. Esto es 
algo muy importante porque es como que encontrás esa unión con la obra».

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Lo anterior es muy importante porque habla de los lenguajes del objeto, que son 
precisamente las temperaturas, las texturas que envían un mensaje al autor de la obra, 
quien dialoga con dicho objeto para encontrar el sentido de la obra.

Por otra parte, hay una consideración del mismo cuerpo como objeto del 

performance. Es 

decir, un elemento más de todo el conjunto de objetos que conforman la obra. El artista 
entra en «otro estado de consciencia», donde independientemente de lo que suceda a su 
alrededor, lo más importante es sacar adelante la obra. Andrés Rodríguez sostiene que: 
«No importa si hay un policía en la esquina que te viene a arrebatar, o si está lloviendo 
a cántaros, solo te importa hacer lo que estás haciendo y por qué lo estás haciendo. Yo 
diría que el cuerpo se vuelve un objeto a la hora de hacer un 

performance, se vuelve un 

agente. No te importa si tienes hambre, si te duele la cabeza, porque no estás dentro del 
cuerpo en ese momento, digamos, estás en la acción. El cuerpo se vuelve un elemento 
dentro de la obra».

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En este caso, es interesante esa vinculación del artista con su propio cuerpo como un 
elemento de la obra; pareciera que al momento de presentarla, las necesidades físicas 
pasan a un segundo plano y lo importante es cumplir el «para qué», el objetivo con el que 
se ha creado la misma y también ese momento en que se vuelve un discurso que adquiere 
vida cuando se presenta ante un público.

En otros casos, la obra y el proceso creativo exigen al artista desafiar los límites 
corporales, agudizar los sentidos y tomar riesgos. Por ejemplo, Patricia Urrutia relata que 
para ella el proceso implicó un desafío a su visión, exponerse a diferentes tipos de luz 
como la ultravioleta, lo cual implicaba un riesgo que podía afectar su sentido de la vista, 
también, tener quemaduras y seguir adelante. Su interés era profundizar en los diversos 

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  Entrevista realizada el 28 de marzo de 2017.

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  Entrevista realizada el 14 de febrero de 2017.