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Los caminos de la creación artística, procesos de vida

CAPÍTULO III. 

Espacios vitales, ruptura de fronteras

En el presente capítulo se profundiza en la relación que construyen las y los artistas 

con su propio cuerpo y entre corporeidades como territorios que se encuentran y se 

relacionan en el proceso creativo, sobre espacios vitales que se acortan en el trabajo 

creativo cotidiano y que se dan únicamente en el compartir del colectivo, interacciones 

que son propias de la convivencia artística.

3.1 Contacto entre los cuerpos

Una constante que pude observar durante mi presencia en los meses de trabajo creativo fue 

el  contacto físico existente en los colectivos de danza y teatro. En el trabajo diario, siempre 

estuvieron presentes los abrazos, las caricias entre las y los miembros de los grupos. En 

este continuo contacto, se rompe la distancia entre los espacios vitales de los cuerpos. 

Hay una relación directa entre los mismos, sin prejuicios por aspectos como el género, los 

fluidos corporales o las costumbres culturales de guardar distancia frente al otro. 

Durante el trayecto del proceso creativo, se observó más bien una necesidad de contacto. Tanto 

en el grupo de danza como el de teatro, dicho contacto significaba un signo de confianza y 

también de contención. En los momentos en que las escenas exigían un trabajo emocional muy 

fuerte, al concluir, las caricias entre las y los miembros del colectivo eran una forma de apoyo 

y de colectivamente darse soporte para salir de esa intensidad interna generada en la escena. 

Sobre esa relación entre cuerpos, Sofía Barrios, del grupo de danza Momentum, describe: «A 

mí nunca me ha molestado el sudor del otro, eso para mí es como que me gusta. Suena raro, 

pero viene de la otra persona. Es un espacio que se tiene para involucrarse con otra persona 

corporalmente, sensorialmente, lo que estás viendo. Entonces dejás de pensar en el sudor, que 

si se cortó las uñas, que si se lavó el pelo. Más te enfocás en lo que te está dando para trabajar».

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Aquí radica un punto fundamental y es que tanto el cuerpo propio como el del otro, 

es un recurso para el trabajo creativo. Entonces, la interrelación trasciende los niveles 

superficiales y se adentra tanto en el movimiento, las sensaciones, la percepción del otro 

y las emocionalidades que transportan las corporeidades.

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  Grupo focal realizado el 27 de junio de 2017.