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Los caminos de la creación artística, procesos de vida

representaciones sociales. Es necesario tomar en cuenta una amplia gama de áreas como 
la cultura, el lenguaje, la contextualización sociohistórica y temporal. Buscar el sentido 
de las interrelaciones, la forma en que los individuos experimentan su cuerpo individual 
y colectivamente. El cuerpo está dotado de mente, «una mente encarnada». 

Más allá del producto artístico en sí o de la obra, la riqueza radica en el presente creativo, 
en el que se comparten diversas formas de lenguajes que se reinventan justo en el 
momento en que se lleva a cabo el proceso del ensayo y en el que se le da forma a la obra. 
Es un presente activo

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, un saber colectivo que se construye en la acción que se centra en 

el momento actual desde una perspectiva táctil y compartida. Este conocimiento surge 
del compartir lo cotidiano, donde se afianza.

En el encuentro del espejo del otro se concretan las búsquedas, las dudas y posibles 
respuestas. El contacto con verdades que solo pueden emerger en la dinámica del 
colectivo, en ese presente activo, en el que las y los participantes están en una alerta 
sensible constante, que invita a la recreación tanto individual como colectiva y así a una 
recreación del mundo interno y también el circundante. Por tanto «la acción artística 
es una bioexperiencia que engendra, restaura, fertiliza, protege la vida y la encomienda 
sensiblemente (…) Se sitúa en el presente y trasciende la obsesión por el futuro.  De este 
modo, es posible participar de la restauración de la salud de las personas, al ponerlas en 
correspondencia con los demás y con las potencias arquetípicas de la vida colectiva».

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Según Falcón, la creación artística colectiva restaura y contribuye a la desobstrucción 
de los canales de comunicación entre las personas. Al ser un tipo de comunicación que 
contiene más recursos que la palabra y el proceso racional, no solo desobstruye, sino que 
crea nuevas vías para el encuentro, múltiples encuentros. 

El autor también habla de una «salud societal», fundamentada en la práctica artística 
colectiva, que permite revitalizarse a las personas individual y colectivamente, mediante 
la recuperación de canales de relación, unir lo que se ha desligado y poner en diálogo 
fuerzas antagónicas, lo que provoca la creación y la restauración de universos simbólicos, 
mediante el contacto a nivel emocional. 

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  Falcón, «Encontrar de nuevo».  

6

  

Ibid., 45.