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imaginado, encarnado en el cuerpo de las y los bailarines. Las secciones finales enfatizan
en los rumbos de los dobleces que marcan fronteras en el espacio al amplificarlas dentro
del escenario. Esto marca las rutas del colectivo de bailarines en escena con diseños
geométricos. La obra hace un homenaje a la imaginación, a los recuerdos, la nostalgia del
pasado y la esperanza del porvenir, develar lo que en la cotidianidad pasa desapercibido.
La dirección y creación de la coreografía estuvo a cargo de Sabrina Castillo Galusser.
El grupo Momentum estuvo conformado en esa temporada por: Andrea Ayala, Sofía
Barrios, Brayan Cordova, José Carlos López y Jeffrey Ortega.
En el área de teatro, se dio seguimiento al proceso creativo de la obra
Hambre y Tierra
del Laboratorio de Teatro de la Dirección de Artes Landívar, la cual fue una creación
colectiva del grupo teatral. Esta fue la primera vez que se trabajó sin dramaturgo y todo
el texto fue creado en consenso.
Según Patricia Orantes, directora del Laboratorio de Teatro, la trama relaciona dos mundos
paralelos: el de los vivos y el de los muertos, ambos negados e invisibilizados por la sociedad
guatemalteca y situados en el territorio del relleno sanitario de la zona 3 de la ciudad de
Guatemala. El primero de los mundos aborda la cruda realidad que viven hombres y mujeres
cuyo modo de subsistencia es la recolección y clasificación de la basura. Día a día arriesgan su
vida enfrentando peligros de derrumbes, incendios, robos y los altos niveles de contaminación
que se generan a partir de los desechos. El segundo mundo, el de los muertos, se centra en
quienes fueron enterrados como «XX», los ignorados de la sociedad que comparten un mismo
espacio a pesar de sus diferencias ideológicas: una estudiante torturada en el tiempo de la
guerra interna en Guatemala, un colaborador del ejército asesinado por develar información
secreta y un indígena que migró de su lugar de origen buscando una vida digna. Temas
como la diversidad, la búsqueda de ser recordados, el afecto y los momentos cotidianos se
entrecruzan en la obra, buscando responder a cuestionamientos como «¿quiénes son los
enterrados como XX en nuestra tierra?», «¿dónde está el hambre?».
Actuaron en la obra: Mariam Arenas, Noé Roquel y Esvin López. La autoría de la dramaturgia
se atribuye a Mariam Arenas, Noé Roquel, Esvin López y Patricia Orantes Córdova.
En el campo de las artes visuales, se dio seguimiento al proceso creativo del taller de
investigación en la práctica artística y creatividad, en el módulo impartido por Sandra
Monterroso, en la ciudad de Guatemala, en ArteCentro de Fundación Paiz. Este taller cubrió