78

Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales

La combinación de las estrategias –y el mayor peso de una sobre otra– no es indiferente 
a los costos. Mucho teatro con escasos operativos orientados por la eficacia instrumental 
pueden ser una buena solución para reducir los costos financieros (reducir la inversión 
en agentes y dispositivos de vigilancia) y políticos (resolver por medio de decretos y 
rudeza en los operativos, y no mediante nuevas leyes que implican desgastantes 
negociaciones en el Congreso). Por consiguiente, Trump podría grosso modo en el futuro 
cumplir sus promesas –reducir el número de inmigrantes irregulares– incluso con menos 
deportaciones que Obama.

Esto significa que la batalla contra la migración podría librarse más en el interior 
del país que en la frontera, aunque sin descuidar ese frente porque también es muy 
mediático y, sobre todo, porque hay fuertes intereses de la industria armamentista en 
la militarización de la franja fronteriza. Ese desplazamiento de la frontera al interior ya 
ha ocurrido (Obama incrementó las deportaciones, pero disminuyó las detenciones de 
la Border Patrol) y podría ser más acusado en la era Trump, con lo cual las estrategias 
de los indocumentados para resistir, así como la eficacia de los apoyos que obtengan 
serían cruciales. Los activistas y las iglesias son importantes aliados, pero lo serán más la 
heterogeneidad estatal, que define qué tanto logran las políticas de Trump y qué tanto 
puede ser bloqueado o simplemente no ejecutado. Esta heterogeneidad está siendo 
aprovechada por los indocumentados y podría ser el principal santuario extendido por 
todo el territorio estadounidense o su mayor parte.

Es significativo que la primera gran acción de los inmigrantes contra las políticas de 
Trump fuera una acción con eficacia escénica, pero sin capacidad de torcer el brazo: 
convocar a un día de absentismo laboral. No fue una huelga en regla, sino la puesta en 
escena del film «A day without a Mexican» [Un día sin mexicanos]. Los inmigrantes de la 
realidad imitaron a los de la ficción para dirigirse a un público amplio. Efectuaron un acto 
perlocucionario, evitando la coerción inmediata de las huelgas, buscando la persuasión 
mediata de la teatralidad. Este tipo de acciones podrían seguir influyendo en la opinión 
pública. Son el teatro de los inmigrantes que se enfrenta al teatro de Trump.