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Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales
La combinación de las estrategias –y el mayor peso de una sobre otra– no es indiferente
a los costos. Mucho teatro con escasos operativos orientados por la eficacia instrumental
pueden ser una buena solución para reducir los costos financieros (reducir la inversión
en agentes y dispositivos de vigilancia) y políticos (resolver por medio de decretos y
rudeza en los operativos, y no mediante nuevas leyes que implican desgastantes
negociaciones en el Congreso). Por consiguiente, Trump podría grosso modo en el futuro
cumplir sus promesas –reducir el número de inmigrantes irregulares– incluso con menos
deportaciones que Obama.
Esto significa que la batalla contra la migración podría librarse más en el interior
del país que en la frontera, aunque sin descuidar ese frente porque también es muy
mediático y, sobre todo, porque hay fuertes intereses de la industria armamentista en
la militarización de la franja fronteriza. Ese desplazamiento de la frontera al interior ya
ha ocurrido (Obama incrementó las deportaciones, pero disminuyó las detenciones de
la Border Patrol) y podría ser más acusado en la era Trump, con lo cual las estrategias
de los indocumentados para resistir, así como la eficacia de los apoyos que obtengan
serían cruciales. Los activistas y las iglesias son importantes aliados, pero lo serán más la
heterogeneidad estatal, que define qué tanto logran las políticas de Trump y qué tanto
puede ser bloqueado o simplemente no ejecutado. Esta heterogeneidad está siendo
aprovechada por los indocumentados y podría ser el principal santuario extendido por
todo el territorio estadounidense o su mayor parte.
Es significativo que la primera gran acción de los inmigrantes contra las políticas de
Trump fuera una acción con eficacia escénica, pero sin capacidad de torcer el brazo:
convocar a un día de absentismo laboral. No fue una huelga en regla, sino la puesta en
escena del film «A day without a Mexican» [Un día sin mexicanos]. Los inmigrantes de la
realidad imitaron a los de la ficción para dirigirse a un público amplio. Efectuaron un acto
perlocucionario, evitando la coerción inmediata de las huelgas, buscando la persuasión
mediata de la teatralidad. Este tipo de acciones podrían seguir influyendo en la opinión
pública. Son el teatro de los inmigrantes que se enfrenta al teatro de Trump.