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Políticas migratorias estadounidenses y resistencias de los centroamericanos indocumentados en la era de Trump

II. LAS ESTRATEGIAS DE RESISTENCIA DE  

LOS MIGRANTES

Manassas y Portland: dos microuniversos, dos maneras de vivir la 

indocumentación en la era de Trump

Avianca hace un primer llamado para al abordaje de su vuelo 582 con destino al aeropuerto 
Dulles en Washington. Un grupo de ancianas salvadoreñas, hondureñas y guatemaltecas 
en sillas de ruedas se alinean frente a la puerta 14 del aeropuerto Oscar Arnulfo Romero 
y Galdámez. Serán las primeras en ingresar, asistidas por menudas y diligentes muchachas 
que empujarán sus sillas hacia el interior del bus aéreo. Visitarán hijas, sobrinos, nietas y 
quizás también bisnietos dispersos en varias ciudades de los Estados Unidos. No sé qué 
me causa más perplejidad, si la conexión que existe entre esta voluminosa cohorte de 
señoras con dos o tres generaciones de familiares en ese país del norte, industrializado 
y digitalizado, o el hecho de que el aeropuerto haya sido rebautizado con el nombre de 
un obispo católico que hace tres décadas fue asesinado, por el fundador del partido que 
gobernó El Salvador durante los cuatro períodos presidenciales que se extendieron de 
1989 a 2009.

Vistos desde la perspectiva adecuada, los dos hechos están un tanto conectados.  
La guerra al inicio de la cual Romero fue martirizado erigió a Estados Unidos como refugio 
predilecto de los centroamericanos. Esa primera generación de pioneros migrantes sentó 
las bases para que en la postguerra –preñada de tantos giros políticos y económicos, como 
el paso de la «peseta» a la «cora» [moneda de 25 centavos de dólar] y el que posibilitó el 
utópico bautizo del aeropuerto con el nombre de Romero– otras generaciones siguieran 
la senda de los primeros refugiados, algunos por no muy distintas razones. Desde «allá» 
esos migrantes influyen la política de «acá», observó Mario Lungo en un viejo editorial 
de la revista de Estudios Centroamericanos (ECA). Acaso ese nombramiento es en parte 
fruto de que la política de El Salvador se empezó a despolarizar «allá», donde los que 
huían de la represión de ejército y los desafectos de la guerrilla descubrieron su común 
interés –documentarse– y juntos dieron el primer paso en esa dirección: ser admitidos 
como refugiados a través del cabildeo de las iglesias.

¿Por qué tantas señoras abordan el avión?

En 2017 el Census Bureau contabiliza 58.6 millones de latinos en los Estados Unidos, 
son el segundo grupo racial mayoritario. Los latinos aportaron 1.1 millón de los 2.2 
millones del crecimiento poblacional en 2016-2017. La afluencia de inmigrantes es uno