16

Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales

que hacen las veces de addenda o apostillas a las órdenes ejecutivas. Por ejemplo, Trump 
inserta apenas una línea sobre las pandillas en una de sus órdenes, envuelve su directriz 
en las acostumbradas fórmulas con que se cubre las espaldas; pero en seguida proclama 
su guerra contra la MS-13 en una asamblea de la National Rifle Association, un gesto 
que tanto busca promover una especie de «apropiación» social de las políticas como su 
peligrosa privatización y extensión extrajudicial. Otorga luz verde a quienes –ojo avizor, 
inquieto dedo en el gatillo– están deseosos de hacer valer sus derechos como ciudadanos 
a una presunta legítima defensa personal o de la mancillada soberanía estatal.

El muro fue la más espectacular promesa anti-inmigrante durante la campaña electoral. 
Trump enfrenta un crudo escepticismo por parte de los congresistas que deben aprobar 
su proyecto de muro mil millonario e impenetrable. Los legisladores saben que el 
gobierno no ha resuelto muchos casos de demandas por debida compensación a los 
propietarios de tierras afectados por las adquisiciones ejecutadas bajo la cobertura de la 
«Secure Fence Act» [Ley del Cerco Seguro] que el presidente George W. Bush firmó en 
2006. Para concluir debidamente la cobertura del primer tercio de muro, el Gobierno 
debe enfrentar cientos de demandas que ya duran más de una década y han costado una 
fortuna al erario público.

29

 La orden de completar el muro se está estrellando contra el 

desbalance entre los dudosos beneficios y los monumentales costos harto comprobados. 
Los costos del veto migratorio también se hicieron notar y han despertado una oleada de 
protestas entre las industrias afectadas por las pérdidas de miles de millones de dólares.

Estos son aspectos relativamente menores respecto de lo que hay que desentrañar en 
las órdenes de Trump. Más importante es el hecho de que las órdenes –libres de polvo y 
paja– no tienen mucho de novedoso. El grueso de sus directrices solo repite legislación 
que ya ha sido aprobada y que está siendo ejecutada. Sus mandatos son gestos rituales que 
requieren lo que ya está legislado y presentan como órdenes de última hora la petición 
de acciones que forman parte del trabajo rutinario de diferentes dependencias estatales, 
primordialmente del DHS. El caso más patente es el reclamo de estudios geofísicos y 
de otra índole sobre la frontera y los flujos migratorios. Si un tema ha sido objeto de 
estudio de todo tipo y toneladas de páginas es la frontera, otro tanto cabe decir de las 
migraciones, aquí no hay ínsulas extrañas por descubrir. Los estudios, a lo sumo, podrán 
suministrar información más actualizada o sacar a la luz la ineficacia de los nuevos 
dispositivos de control.

29

  Nomaan Merchant, «As Trump seeks billions for wall, US still paying for fence», AP, 12 de mayo de 

2017, https://www.apnews.com/32f17506cc78488698ca207e85622da4