11

combinan para generar productos.  Está fuertemente relacionada con la eficiencia técnica, la 
cual se define como el máximo nivel obtenible de producto dado un cierto nivel de insumos. 
La estabilidad se refiere a la constancia de la productividad del ecosistema (mensual o 
anualmente por ejemplo), en presencia de las fluctuaciones y ciclos normales en el ambiente 
que lo rodea debido a variaciones causadas por el clima o la demanda del mercado por 
productos agrícolas.  La resiliencia se refiere a la capacidad de los ecosistemas de mantener 
la productividad en presencia de estrés o de una perturbación importante. El estrés es un 
fenómeno frecuente, a veces continuo, relativamente pequeño y predecible que tiene un gran 
efecto acumulativo. La perturbación es un evento importante, relativamente de amplia 
envergadura e impredecible.   
 
En síntesis y con la idea de manejar  un concepto que internalice los enfoques anteriores  es 
posible indicar que la “agricultura sostenible es aquella que optimiza la producción sin 
degradar la base de recursos naturales”. 
 
3.2  Recursos naturales y ambiente 
 
Aunque no es de extrema relevancia es importante aclarar la orientación conceptual de cada 
término así como la relación que existe entre ambos.  Romero (1994) utiliza varios criterios 
para abordar la definición de recurso natural.  Así, con base en sus propiedades físicas, se 
definen como factores que, afectando a los procesos de producción y consumo, tienen su 
origen en procesos naturales que escapan al control del ser humano. Tales procesos de 
generación de recursos pueden ser biológicos, geológicos o químicos. Estos procesos 
generadores pueden ser muy cortos o de muy larga duración. 
 
Desde un punto de vista económico, los recursos naturales son factores que afectan a las 
actividades productivas, pero que no han sido hechos por el ser humano, ni tampoco han sido 
hechos a  través de un proceso de fabricación iniciado por el hombre. En términos 
económicos, no corresponden a los conceptos de capital o trabajo. La literatura clásica 
equipara este término al de tierra. 
 
Romero (1994) plantea que ante la dificultad de dar una definición rigurosa de recurso 
natural, su clasificación se torna no menos difícil.  En efecto, indica que según el criterio que 
se elija, se obtendrá una clasificación diferente.  Si el criterio clasificatorio es la 
estructura del material del recurso, se pueden  clasificar en:  i)  Biológicos: flora, fauna, 
otros; ii) Minerales: oro, hierro, suelo,  otros; iii) Energéticos: radiación solar, petróleo, gas 
natural, otros; iv) Ambientales: agua, aire, capa de ozono, otros. 
 
El criterio clasificatorio quizá más aceptado, frente a la utilidad de tener un marco analítico 
que permita establecer el uso óptimo de los recursos, es el temporal, entendiendo por tal la 
mayor o menor velocidad con que se reponen los recursos que han sido previamente utilizados 
o consumidos. Siguiendo este criterio temporal se clasifican en:  i) recursos no renovables
cuando la utilización o consumo de una unidad de recurso implica su completa destrucción, 
abarcando su regeneración periodos de tiempo inmensos:  petróleo, gas natural, otros;         
ii) recursos no renovables con servicios reciclables: cuando el uso o consumo del recurso 
implica su completa destrucción en cuanto a su forma actual, pero es recuperable en un