21

diluir sus residuos.  Envían a la misma desecho y efluentes, generando tanto degradación 
como desaprovechamiento. 
 
Hasta hace unos años, dentro del os costos productivos no figuraban los de la reproducción 
de la naturaleza.  Esto era coherente con el criterio que la economía poseía sobre los 
recursos naturales.  Los consideraba infinitos y de inmediata reproducción.  Aún hoy, para 
muchos procesos, ese criterio se mantiene.  La reproducción de la naturaleza es hoy un 
problema y grave, que be ser considerado por la economía.  En tal sentido, debe cambiarse el 
cómputo del producto que sólo considera la sumatoria de todos los valores agregados de los 
sectores productivos, no considerando ni la degradación ni el desaprovechamiento.  Por ello, 
postulamos la consideración de un nuevo sector de la economía destinado a reproducir la 
oferta ecosistémica que se consigue con el pago de los costos de manejo que garantice tanto 
la “reproducibilidad” cuantitativa como cualitativa, es decir sin pérdida de biodiversidad. 
 
Estimando el promedio de los costos de manejo y sustentabilidad y multiplicando por la 
existencia de recursos naturales obtenemos las existencias iniciales de las cuentas 
patrimoniales y con ella podemos hacer simulación futura.  Si  utilizamos sólo su incremento, 
conservaremos el capital y generaremos una renta permanente.  Sin embargo, si utilizamos 
una proporción mucho mayor obtendremos un ingreso mayor, pero anualmente decreciente, 
hasta acabar el capital.  Esta segunda tesitura degradante obtiene un mayor ingreso en los 
primeros años, mientras que l alternativa sustentable muestra su ventaja en el mediano y 
largo plazo.  Sin embargo, si consideramos el manejo integral aún en el corto plazo, es posible 
estimar la posibilidad de ingresos parecidos, mientras que en el mediano y largo plazo 
siempre es mayor el manejo sustentable.  En base a este tipo de valorización las cuentas 
nacionales pueden estimar el capital no producido por el hombre dentro de sus cálculos y 
analizar los  efectos ecológicos, económicos y sociales ante diferentes alternativas de 
manejo. 
 
Para elaborar estas cuentas debemos considerar las ecozonas diferentes, que constituyen 
núcleos productivos sustentables cuantitativamente y cualitativamente.  Pero para que sean 
sustentables, se requiere pagar los costos de manejo consistentes en investigación, 
regeneración, restauración, estudios de mercado, participación y control.  Las políticas 
ambientales deben unirse a las políticas económicas y sociales para evitar que estos costos 
los pague el usuario, ya que en realidad, los mismos son altamente rentables ya que 
garantizan nuevos sectores productivos manteniendo la cantidad y la diversidad.  El ejercicio 
de lograr estimar las cuentas patrimoniales supone un significativo esfuerzo 
interdisciplinario donde, se unen forestales, edafólogos, agrónomos, geólogos, hidráulicos, 
ingenieros civiles, ingenieros ambientales, expertos en turismo y climatología, economistas, 
sociólogos, abogados y politólogos, antropólogos y arquitectos, para nombrar algunas 
profesiones que ya han participado de estos ejercicios, tres de los cuales se los realizaron 
en Colombia a través del CICA.  Las cuentas patrimoniales resultan un instrumento de 
valorización para ser utilizado en los diagnósticos participativos destinados al ordenamiento 
ambiental del territorio, donde se destacan todas las potencialidades y restricciones del 
mismo.