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se embarca en otra navegación. Colección Asturias; Colección 
Archivos; Colección Archivos en inglés y Colección Archivos en 
francés; Colección Archivos en CD-ROM. ¡Qué bella trayectoria! 

Y todo esto, como ustedes ya han oído, tiene como su punto de 
partida y primera inspiración un gran escritor guatemalteco, cuyo 
proyecto de vida no fue tanto escribir novelas y poemas sino 
representar a un país, en ambos sentidos de la palabra, y conocer 
otros países, y hacer que su propio país, pequeño y lejano de los 
centros metropolitanos, fuera conocido en todos los países del 
mundo. Lo consiguió de la manera más absoluta y más brillante. 
Se llamó Miguel Ángel Asturias.

Hace poco más de un año, antes de enfermarme de gravedad, 
leí una ponencia en esta misma ciudad titulada: “Los exilios de 
Miguel Ángel Asturias”. No pensaba exclusivamente en sus exilios 
guatemaltecos sino también en su exilio de las páginas de cierta 
crítica propagandística en la época posterior al Premio Nobel, es 
decir, la época del llamado “Boom”. Pero comienzo con una cita de 
Luis Cardoza y Aragón, 1991:

Los exilios de Miguel Ángel Asturias nunca existieron, fueron 
voluntarios, siempre podía volver. La oligarquía y los militares 
sabían que no era enemigo. (Asturias, casi novela, México, Era, 
1991, p. 185)

Lo siento mucho, don Luis, pero no es verdad. El tema es 
complicado pero ésa no es la verdad. Este tema –Asturias y sus 
exilios– puede parecer un poco cansado. Pero –estando aquí en 
Guatemala, en un momento en que yo estoy pensando mucho 
más en Colombia

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, o incluso en Cuba– sentí una necesidad, un 

deseo de volver a Asturias, para iniciar un proceso de renovada 

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 Me estaba refiriendo a la preparación de mi biografía de Gabriel García Márquez (2008). 

Hoy en día (2017) estoy en la última etapa de una biografía de Mario Vargas Llosa. Pero 
Miguel Ángel será siempre mi “primer amor” latinoamericano. Además, fue él quien me 
enseñó a pensar.