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particular, como una problematización de la mujer como tema y,
por supuesto, como estrategia discursiva. Ya en otro trabajo señalé
que Mulata de tal podría concebirse como la representación
del inconsciente colectivo con respecto a la sexualidad y a las
actitudes hacia la mujer dentro de la sociedad guatemalteca
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.
Pero Asturias, no podemos olvidarlo, es un hombre de su tiempo,
es decir, ha nacido en el seno de una familia tradicional en un país
en donde las oportunidades para la superación personal de las
mujeres eran realmente limitadas, especialmente para las mujeres
indígenas y para aquellas de escasos recursos económicos,
mujeres precisamente como la Catalina Zabala de Mulata de
tal. La mujer, estereotipo de la fecundidad por excelencia, se
ve convertida a su vez en una metáfora de esta metáfora de
regeneración que también implica una serie de transformaciones
y destrucciones, de ahí que su representación dentro de la
novela sea el ambivalente y lógico producto de un escritor que
ha nacido en una sociedad tradicional, católica y contradictoria,
y de un momento de inestabilidad personal. Esto explicaría que
por momentos la Mulata y Catalina Zabala, dos de los personajes
femeninos más intrigantes y seductores del universo asturiano,
escapen a los arquetipos tradicionales de la mujer. Sin embargo,
a pesar de que, también por momentos, Asturias les conceda a
sus personajes femeninos la libertad de expresar sus deseos y sus
carencias sexuales de una manera abierta y directa, esto es visto
como una sublevación que debe ser castigada.
En realidad, son las tensiones sexuales las que sostienen y mueven
la dinámica progresiva del texto, puesto que hasta lo puramente
argumental está presentado de una manera fragmentaria y
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Me refiero al ensayo “El engaño de la mujer es siempre un misterio: Construcciones y
deconstrucciones de la sexualidad en Mulata de tal”, que fuera ya publicado en Miguel
Ángel Asturias. Mulata de tal. Archivos No. 48. Arturo Arias, Ed. Guatemala: Fondo de Cultura
Económica, 2000, 891-905.