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comer es sagrado sustento del hombre que fue hecho de maíz. 
Sembrado por negocio es hambre del hombre que fue hecho de 
maíz. El bastón rojo del Lugar de los Mantenimientos [Lugar de 
la Abundancia], mujeres con niños y hombres con mujeres, no 
echarán nunca raíz en los maizales, aunque levanten en vicio… 
(Asturias, 1992, p. 9) 

Si como señalaba Barthes en sus Mythologies (1987), el mito 
es básicamente “una forma de habla”, aunque no “cualquier” 
forma, sino una que supone un sistema de comunicación con un 
mensaje específico que une vida e ideología (p. 109), se observa 
aquí cómo ese sistema, más ligado a la oralidad que a la letra 
en términos bartheanos, opera en varios niveles. Por un lado, 
en el significado, donde se explica y sintetiza el conflicto; por 
otro, en el significante dado en la elección y orden de la palabra 
poética ancestral. Luego, ambos aspectos se hacen indivisibles 
en la conexión con los textos míticos sobre los que se proyecta 
la historia, especialmente con el Popol-Vuh.

El discurso mítico subyacente se evidencia en esta zona centrada 
en el héroe y referente histórico de la novela, pero no se detiene 
allí. En el episodio siguiente, “Machojón”, por ejemplo, la 
maldición de los brujos de las Luciérnagas hace particularmente 
explícita la interdiscursividad de los textos precolombinos en 
todos los planos

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:

Una por una reventaban en los oídos del padre de Machojón las 
maldiciones de los brujos, el día que se fue su hijo y le sacudió frío. 
‘Luz de los hijos, luz de las tribus, luz de la prole, ante vuestra faz 
sea dicho que los conductores del veneno de raíz blanca tengan el 
pixcoy a la izquierda en sus caminos; que su semilla de girasol sea 

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 Al hablar de “textos precolombinos” me refiero en este caso no solo al Popol Vuh y a los 

Anales de los Xahil, sino además a otros como el Chilam Balam y a los cantos del área maya-
yucateco según fueron recopilados por los cronistas.