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generalización y, por tanto, de legislación. El sujeto vacío, por
su parte, necesita identificarse con el significante flotante
hegemónico (ya sea en forma de adhesión o de impugnación) a
fin de sostener su sentido de realidad personal, lo cual consigue
construyendo un objeto de deseo que es, a su vez, resultado
de la puesta en suspenso (o represión) de un impulso que,
reprimido, se convierte en carencia y, por tanto, en deseable, en
deseo, en objeto de deseo. Pero Žižek sigue recordándonos que
“El problema no es que esta abstracción propia de la democracia
disuelva todos los sustanciales ligámenes concretos, sino
más bien que no puede nunca disolverlos” (p. 164). Por lo que
la democracia siempre tiene un sustento positivo, particular y
específico “contra” el cual se construye como gran abstracción.
En otras palabras, se construye siempre “contra” un fulano de tal
que es específicamente mulato, negro, indio, ladino o blanco. Es
por ello que una democracia específica se plantea siempre como
un anhelo de positividad que llenaría una carencia (la carencia
que hace posible su sujeto abstracto), aunque su base concreta
es que esa positividad, ese contenido positivo, preexiste a la
carencia y al deseo. Por eso la democracia adopta la forma de un
objeto de deseo “nacional”, “propio”, específico. En este sentido,
la “comunidad imaginada” que Anderson
122
ve en la cosa-nación
es perfectamente compatible con la noción lacaniana de que el
deseo solamente se articula en el espacio de la fantasía.
122
Ernesto Laclau and Chantal Mouffe. Hegemony and Socialist Strategy. London:
Verso, 1985. A propósito, dice Slavoj Žižek (The Sublime Object of Ideology. London: Verso,
1989: 129):“Ideology is usually conceived as a discourse: as an enchainment of elements
the meaning of which is overdetermined by their specific articulation, i.e., by the way some
‘nodal point’ (the Lacanian master-signifier) totalizes them into a homogeneous field. We
could refer here to the already classic Laclauian analyses of the way particular ideological
elements function like ‘floating signifiers,’, whose meanings are fixed retroactively by the
operation of hegemony (‘Communism,’ for example, operates a ‘nodal point’ that specifies
the meaning of all other ideological elements: ‘freedom’ becomes ‘effective freedom’ as
opposed to ‘formal bourgeois freedom,’ ‘state’ becomes ‘the means of class oppression,’ etc.)”.