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por ello creemos que los anteriores son criterios adecuados para
leer Mulata de Tal, la cual arranca su desarrollo narrativo con un
espectacular pacto con el diablo.
Tanto realizar pactos con el diablo como (ya en un estadio ulterior
de desarrollo capitalista) jugar a la lotería, tienen, para los pobres,
el significado –a la vez mágico y objetivo– de obviar los requisitos
del mercado (no para enriquecerse y convertirse en capitalistas,
sino) para dejar de ser pobres.
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Esta posibilidad de movilidad
social sin respetar los mecanismos impuestos por la sociedad de
los valores de cambio, es mágica en tanto que se confía en un
hecho racionalmente improbable, y es muy objetiva en tanto que
implica la plena conciencia de que los mecanismos de movilidad
social que el sistema ofrece a quienes carecen de capital son
irremontables. Una incipiente conciencia popular para-sí anima,
pues, la apuesta a la magia y, en este sentido, tanto los buscadores
del diablo como los jugadores de lotería oponen una resistencia
negociada al capitalismo, la cual los sitúa ideológicamente del
lado de los intereses populares. Ellos oponen una magia a otra que,
más que magia –en un sentido ontológico premoderno–, no es
sino mero ilusionismo (pos) moderno. Estos pobres, que oponen
una estrategia oblicua de resistencia frente a otra de dominación,
pretenden solo burlar mecanismos y requisitos que se les hacen
difíciles o imposibles de cumplir para llevar una vida decorosa. El
intento, por parte del pueblo, de evasión de estos mecanismos,
introduce en el sistema, que a la vez los posibilita como deseo y
los niega como realización, una posición ideológica popular que
no por incipiente deja de ser productiva políticamente. Esto, al
parecer, lo entendió (o intuyó) Asturias en cierta medida cuando
planteó su sujeto-búsqueda-de sí-mismo en la novela que nos
ocupa y en otras obras anteriores ya mencionadas.
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John Beverley and James Sanders. “Negotiating With The Disciplines. A Conversation
on Latin American Subaltern Studies”. Journal of Latin American Cultural Studies, vol. 6,
n.o 2, 1997: 236, traducción mía.