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de Quetzalcóatl
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o el de los gemelos del Popol Vuh–, así como
con otros viajes prodigiosos de héroes orientales hacia el fondo
de avernos que son alegorías de sus propios infiernos interiores,
constituyen aproximaciones que de hecho dan cuenta de uno de los
ejes ideológicos fundamentales alrededor de los cuales se articula
el construccionismo identitario asturiano que constituye la función
política posible de este texto. Esta función –argumentaremos–
arranca de, y llega a, la posibilidad de una hibridación y un
mestizaje interculturales que, en clave democrática, expresen la
deseable construcción de un sujeto popular interétnico y nacional
para Guatemala y para América Latina.
Igualmente productivo para la interpretación del texto resulta
la indagación en las oralidades premodernas de América y en
sus “géneros” predilectos (los mitos, las leyendas, los relatos
fabulosos), para explicar en parte los contenidos de las narraciones
que estructuran los textos que, ensamblados unos dentro
de los otros, articulan la novela que nos ocupa, a todo lo cual
pueden a su vez aplicarse criterios psicoanalíticos que podrían
problematizar, sobre todo, las motivaciones inconscientes del
autor a la hora de elaborar su propuesta política. Con este mar de
fondo, trataremos de sondear esa propuesta política del texto de
una manera prospectiva, es decir, como metáfora de una acción
politizada deseable.
Mulata de Tal es una narración en la que Asturias externó de
manera explícita su intencionalidad intermestizadora al fabular
mitos, leyendas e historias orales americanas en una textualidad
poblada también de vertebrales tradiciones europeas. No está de
más recordar que Asturias jamás desdijo de su herencia europea
cuando descubrió su derecho y su necesidad de apropiarse la
tradición cultural precolombina de su país para dotarse a sí mismo
de una identidad compacta, la cual –aunque construida sobre
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Gerald Martin. Journeys Through the Labyrinth. London-New York: Verso, 1989: 176-77.