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II.

El viernes de Dolores –el último viernes de la cuaresma, según la 
tradición católica– era el día dedicado a conmemorar los dolores de 
María por la inminente muerte de Cristo. Para un lector guatemalteco 
el título de esta novela posee una referencia inmediata: la 
culminación de período de festejos goliárdico-carnavalescos que 
finaliza este día con la tradicional Huelga de Dolores.

En 1897 los estudiantes de la Universidad de San Carlos de 
Guatemala decretaron una “huelga” ante la negativa de las 
autoridades para ampliar el período de receso de la Semana 
Santa. Así se originó una de las tradiciones más esperadas por 
el pueblo capitalino, ya que allí se expresa burlonamente toda 
la inconformidad acumulada durante un año. No obstante, la 
fiesta estudiantil ha tenido ribetes trágicos que han dejado 
víctimas inocentes entre los huelgueros

100

. Algunos gobiernos 

han prohibido abierta o solapadamente este festejo: otros lo han 
tolerado con mayor o menor sentido del humor.

Algunas de las otras actividades tangenciales y del mismo tono 
de la Huelga son: la Velada Teatral y el periódico No Nos Tientes
Adereza los festejos la canción de batalla La Chalana

101

, cuyo 

origen se relata en la novela, y preside jocosamente la “Chabela”, 
un esqueleto bailón que recuerda los de las Danzas de la Muerte 
medievales.

Aun cuando la Huelga sigue manteniendo el acento de aguda 
crítica social en un tono procaz, en la actualidad ha sufrido 
algunos cambios, entre los cuales quizás el más significativo sea 
la disminución del arraigado enfoque machista y la participación 

100

 La última víctima estudiantil es de 1992, después de un enfrentamiento entre 

estudiantes y fuerzas gubernamentales [Barnoya, 1992: 10; Méndez de la Vega: 

 

1992: 12].

101

 Existe una obra de teatro del dramaturgo guatemalteco Hugo Carrillo titulada  

La Chalana, inspirada parcialmente en esta novela de Asturias.