75

L

a

 

migración

 

no

 

autorizada

 

a

 

Los

 E

stados

 u

nidos

rEsEña

 

y

 

vaLoración

 

dE

 

Las

 

tEorías

 

quE

 

La

 

ExpLican

J

osé

 L

uis

 r

ocha

Revista Eutopía, año 3, núm. 5, enero-junio 2018, pp. 49-79, ISSN 2617-037X

acreedores de profunda legitimidad emocional»

78

. La ilegalización tiene 

también una existencia histórica y legitimidad emocional.

La seria consideración de la objetividad de ese artefacto político-jurídico 
nos ayuda a visualizar la objetividad del desacato de los migrantes no 
autorizados. Si se desestima la ilegalización, se banaliza el desacato. La 
ilegalización es una construcción político-jurídica excluyente, que está 
ligada a feroces intereses económicos de la industria de la seguridad. Esto 
hace que su objetividad sea más visible y tangible; también más duradera. 
Hay fuertes intereses privados moldeando la acción del Estado y dictando 
quiénes pueden ser incluidos y quiénes deben ser excluidos. Esto empalma 
con las afirmaciones de De Genova. Sin embargo, ni los intereses de esa 
industria representan todas las reacciones del mundo de los negocios, ni 
todas las políticas del Estado son excluyentes. La situación plural del Estado 
y la sociedad civil es la que presenta condiciones para que haya política: 
desacuerdos, debates, posiciones encontradas. Por eso hay pluralidad de 
membresías, y la integración en la sociedad estadounidense no es un asunto 
de todo o nada. Por esta razón considero que el cuarto enfoque es más capaz 
de reflejar la complejidad de lo que está ocurriendo en los Estados Unidos 
con aproximadamente doce millones de inmigrantes no autorizados. Mi 
criterio de valoración se basa en que esos enfoques, que se distancian del 
«todo o nada», logran reflejar las acciones políticas de los inmigrantes en la 
vida cotidiana, terreno donde se juegan su membresía.

En ese contexto, el desacato de los migrantes –entrar sin permiso y 
permanecer sin autorización–, adquiere un sentido político, porque es el 
primer paso para que haya disenso y las distintas fuerzas tomen posición. 
El apoyo que reciben contribuye a que esa primera provocación sea 
sostenida y logre convertirse en un acumulado, que pregona la existencia 
de un disenso. La indocumentación de cerca de doce millones de personas 
no solo es efecto de la ilegalización, conveniencia de las empresas y saldo 
de unas políticas inadecuadas, es expresión de un disenso. Muestra que hay 
una fractura en las opciones de una sociedad sobre la inclusión y sus vías; 
pero quienes crean la ocasión de ese disenso –y los problemas que suscita– 
son los que están ingresando sin haber sido autorizados. Ahí está la acción 

78 Benedict Anderson, Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of Nationalism 

(Londres: Verso, 2006), 4.