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Revista Eutopía, año 3, núm. 5, enero-junio 2018, pp. 153-165, ISSN 2617-037X

Estado ha despejado algunas brechas, que bien utilizadas, podrían 
abrir amplios caminos para alcanzar una sociedad de iguales.

Las políticas estatales vinculadas al derecho lingüístico de los 
mayas, evidentemente, son uno de esos resquicios, pues en los 
reclamos de derechos culturales este tiene mucha importancia. 
Aunque el Estado tiene bastantes restricciones y reservas en 
relación a estos derechos, los estudiosos observan que las pocas 
prerrogativas otorgadas se pueden volver bases importantes 
para que los idiomas mayas tengan un lugar adecuado en la 
organización del país y de los pueblos que conviven en este 
espacio. En este sentido, Bennett considera que aunque el 
idioma Kaqchikel ha sufrido la dominación colonial española 
y la republicana, su proceso de institucionalización actual, a 
través de la educación bilingüe y la estandarización, finalmente 
revitaliza dicho idioma. Según ella, tanto el Estado como la 
gente apoyan de diferentes maneras las nuevas formas de uso 
del Kaqchikel.

Maxwell observa que el multiculturalismo actual ha generado 
islas incomunicadas, pues restringen culturalmente a los 
indígenas a sus comunidades (locales o lingüísticas, se entiende) 
trabajando sobre la idea de una meta cultural hispana/
europea. Considera que desde esta plataforma, aún no se ha 
planteado una interculturalidad nacional o se ha imaginado una 
comunidad nacional. Para lograr esa comunidad nacional estima 
importante la construcción de una base común compartida, 
es decir: tener acceso de múltiples formas a los valores 
básicos, la cosmovisión, la práctica cultural y los conceptos 
que estructuran los idiomas mayas. En este sentido, Maxwell 
habla, asimismo, desde el posicionamiento de otros líderes 
mayas que reclaman, por ejemplo, que la educación bilingüe 
no debe ser solamente para indígenas sino también para los 
mestizos o ladinos que viven en las ciudades. Esta autora aboga 
por una nación en donde sus miembros compartan, a través 
del idioma, sus múltiples formas de entender el mundo, para 
construir igualdad o destruir las jerarquías culturales y políticas