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Revista Eutopía, año 3, núm. 5, enero-junio 2018, pp. 131-149, ISSN 2617-037X
Vitoria opta por llevar la reflexión hacia la segunda parte del vínculo
derivado del despojo originario. Para ello, descarta los argumentos que
proponen que los herejes no tienen derecho a la propiedad, así como
aquellos que cuestionan la humanidad y su carácter racional. Es decir, se
desarrolla un argumento a favor de la propiedad de los indios herejes sobre
la tierra y le bloquea la legitimidad al tipo de violencia que ejercían los
españoles en contra de ellos. Al mismo tiempo, los ubica en una posición
de minoría de edad, comparada con la de los niños, quienes no pueden
recibir inmediatamente la propiedad de una herencia hasta alcanzar la edad
adulta. Con ello, da el fundamento para justificar el cuidado que han de
tener los españoles sobre los indios hasta que alcancen, socialmente, la
mayoría de edad.
Hay algo que los defensores de Vitoria rara vez consideran. El doble vínculo
que lo que hace es prevenir una reflexión más profunda, que cuestione en
sí la conquista y la colonización que se llevaba en marcha. Vitoria elabora
así un régimen discursivo que puede servir para proteger a los indios de la
violencia de los cristianos seglares mediante la creación de formas legítimas
de violencia que han de ser monopolizadas por el derecho (y eventualmente
el Estado) y con ello saca del campo discursivo la posibilidad de pensar la
retirada de los españoles de los territorios de los herejes.
En otras palabras, se puede afinar aún más la hipótesis que se viene
planteando. Más que la usurpación originaria, la primera acción de legitimación de
la violencia se basa en un acto de sustracción del «no» del régimen del discurso del sujeto
del enunciado. Esta aporía se expresa entonces como un sujeto, el indio bárbaro y hereje,
que es dotado de derechos a no ser víctimas de la violencia ilegítima, al tiempo que es
despojado de la posibilidad del «no».
Esta indecibilidad del «no», que implica la usurpación del disenso de los
pueblos indígenas por parte de quienes producen discursos de legitimación
de la violencia es, muy probablemente, la aporía que se buscaba desde el
inicio. Esta imposibilidad de exclamar el «no», el «no» como lo indecible
ante la conquista, la colonización y el dominio español es lo que ubica al
indio en la posición que autores poscoloniales como Spivak
16
llaman «el
16 Gayatri Spivak, Can the Subaltern Speak? Reflections on the History of an Idea, ed. por Morris Rosalind
(Nueva York: Columbia University Press, 2010).