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Revista Eutopía, año 3, núm. 5, enero-junio 2018, pp. 131-149, ISSN 2617-037X
(o escritura), común y corriente, que enumera y describe, sino una acción
que conlleva efectos y relaciones que se materializan en la constitución de
poderes específicos y concretos que fundan la realidad. En el sentido de
este análisis, interesa, por un lado, comprender cómo se traza la arquitectura
enunciativa, es decir, la racionalización destinada a instaurar el orden
político. No se habla entonces solo de la violencia (ya) ejercida, que como
establece Derrida es ininterpretable, sino de la producción del sentido y la
anticipación de la violencia por venir. Así mismo, se busca rastrear cómo se
dibuja un mapa de poder en el que se trazan las formas de legitimación de
la violencia, los sujetos y sus relaciones en campos delimitados por el peso
performativo de las enunciaciones de legitimación.
En otras palabras, en términos del estudio de la normatividad, se busca
comprender la legitimidad, no como una metafísica de la moral inscrita en
el procedimentalismo neoliberal, sino como una contingencia discursiva
que produce registros normativos, al tiempo que crea y sujeta a los sujetos
al poder. Esto es lo que, someramente, puede ser identificado como razón
de Estado: en principio, siguiendo las lecturas instrumentalistas de Nicolás
Maquiavelo y Giovanni Botero, puede ser definida como un cálculo sobre
los capitales (materiales, culturales, intelectuales, sociales) necesarios para
fundar, expandir y preservar el poder del Estado. Sin embargo, y para
profundizar en la analítica del discurso a la que se adscribe este texto, la
razón de Estado puede ser comprendida más como el desarrollo de una
formación discursiva legitimadora de poder, destinada a codificar las reglas
del juego y el horizonte de posibles relaciones sociales normativas, que
incluyen las jurídicas y políticas. Una genealogía de la legitimidad de la
violencia queda así vinculada a un proceso de investigación, dedicado a
comprender la razón de Estado.
Si bien podría seguir esa estrategia analítica, este ensayo busca abordar un
camino un tanto diferente al propuesto por Benjamin. El inicio de este
análisis no está dado, pues, por el despliegue de binarios oposicionales, tales
como los fines y los medios, la justicia o la legalidad e, incluso, el derecho
positivo o el derecho natural, como en el caso de Benjamin. Más que una
reflexión que evalúe la justicia de sus causas o la legitimidad de los medios
que la sostienen, interesa comprender cómo se produce la legitimación de