82

U

NIVERSIDAD

 R

AFAEL

 L

ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

Al convertirse y superar la crisis, el individuo lograba una nueva adaptación 
al medio. Esa adaptación consistía, según Falla, principalmente en la 
liberación del «Zahorín» que los engañaba. Luego, en otros efectos como 
el vencimiento de «la borrachera», la curación y la apertura del influjo del 
mundo moderno, etc.

51

Desde mi perspectiva, la interpretación que hace Falla de los procesos 
de conversión –particularmente de proceso de la separación– resulta 
problemática, en tanto que es difícil distinguir cuándo está hablando el 
antropólogo y cuándo el sacerdote (máximo dirigente de la Acción Católica 
en el municipio de estudio). Particularmente, porque en este capítulo el 
antropólogo citado reproduce no solo las ideas, sino los propios temores 
y estereotipos de la mayoría de los sacerdotes de la Iglesia católica que 
llegaron a Quiché en los años sesenta y setenta, quienes estigmatizaron 
como «costumbre» y «brujería» todas aquellas expresiones de la cosmovisión 
maya que no fueron capaces de comprender

52

De hecho, me atrevería a decir que el punto ciego que observamos a lo 
largo de toda la obra radica en la perspectiva sesgada respecto a todos 
aquellos agentes de la religiosidad maya a quienes él engloba –sin ningún 
matiz– bajo la figura del zahorín (una suerte de impostor y explotador de 
las creencias de la gente). 

Si bien, Falla expone con gran honestidad que, dada su doble condición 
de investigador y sacerdote, no tenía la posibilidad de entrevistar a todas 
aquellas personas adscritas a la «costumbre», tampoco se advierte un 
interés especial por tratar de entender la complejidad y hondura de la 
cosmovisión K’iche’, su relación con la historia y el mundo de los ancestros. 
No obstante, hay que decir que para ese entonces (años setenta), ya se 
habían publicado algunos estudios como los de Leonhard Schultze Jena, 

51

 ibid., 421.

52

 En este sentido, es importante recordar que la cosmovisión maya es todo un sistema de valores 

que interpreta y relaciona el mundo, la vida, las cosas y el tiempo, es además la explicación y 

forma de dimensionar el universo y la naturaleza. La cosmovisión vincula a los seres humanos 

por medio del Cholq’ij (calendario ritual de los 260 días) con todos los elementos que le rodean, 

con las cosas visibles y con las fuerzas que solo se sienten, es una filosofía de vida que propicia 

el bienestar material y espiritual.

83

M

ATILDE

 G

ONZÁLEZ

-I

ZÁS

Q

UICHÉ

 

REBELDE

UNA

 

LECTURA

 

DESDE

 

EL

 

PRESENTE

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

Ruth Bunzel y algunos de los trabajos de Robert Carmack

53

 que ofrecen una 

perspectiva más cercana a esa cosmovisión K’iche’ que estaba siendo objeto 
de persecución por parte de la Iglesia católica. Años más tarde, cuando la 
Universidad de Austin publica la versión en inglés de Quiché rebelde, en 2001, 
Falla identifica con gran claridad esta debilidad analítica y expresa:

Aunque la investigación fue de una totalidad, el municipio y su proceso de 
conversión, mis informantes se limitaron a una tercera parte de la población, 
aquellas personas que se habían convertido. No quiero decir que no hablé con los 
maya kichés de la tradición, pero el ángulo de la visión no vino de ese sector, ni 
tampoco vino de la iglesia evangélica (…) Un defecto, relacionado con el anterior, 
fue que no hubo análisis del contenido de las creencias religiosas para encontrar, 
dentro de la ruptura que implica la conversión, qué cosa se mantenía como sustrato 
común y qué cosa cambiaba (…) No logré entrar en eso que hoy en día se está 
llamando la espiritualidad maya en San Antonio

54

.

A partir de esta decisión metodológica –observar la contienda religiosa 
desde el ángulo de uno los contendientes, en este caso los conversos de la 
Acción Católica– a lo largo del libro, se observa gran dinamismo y capacidad 
de agencia política por parte de los comerciantes conversos. No obstante, 
cuando el autor se refiere a los agentes de la costumbre, particularmente 
al «Zahorín» o al «brujo» alude a una entidad –sin diversidad ni capacidad 
de cambio–, cuya esencia es «opresora» y «explotadora». Una suerte de 
charlatán, incapaz de resolver los problemas (principalmente aquellos 
relacionados con la salud-enfermedad) para lo cual sus clientes le están 
pagando. De este modo, critica el fracaso de las formas tradicionales de 
gestionar el bienestar y la salud en la comunidad, sin antes, analizar las 
profundas transformaciones del contexto dentro del cual estos agentes 
están realizando su trabajo. Tampoco distingue entre aquellas autoridades 

53

 Leonhard Schultze Jena, La vida y las creencias de los indígenas Quichés de Guatemala (Guatemala: 

Ministerio de Educación Pública, 1954); Ruth Bunzel, Chichicastenango: A Guatemalan Village 

(Seattle: University of Washington Press, 1952); Robert Carmack, «El Ajpop Quiché. 

K’ucumatz: un problema de la sociología histórica», Antropología e Historia de Guatemala, tomo 

18, núm. 1 (Guatemala: s. e., 1966); «Análisis histórico-sociológico de un antiguo título quiché», 

Antropología e Historia de Guatemala, tomo 19, núm. 1 (Guatemala, s. e., 1967); «Etnography and 

Ethnohistory: their Aplication in Middle American Studies», Ethnohistory vol, 18, núm. 2 (1971) 

Quichean Civilization: the Ethnohistoric, Ethnograpic and Archaelogical Sources (Berkeley: University 

of California Press, 1973).

54

 Ricardo Falla, Epílogo a Quiché rebelde (en inglés), en Del proceso de paz a la masacre de Alaska, 

Guatemala (1994-2000), vol. 1, colección Al atardecer de la vida... (Guatemala: Avancso, URL, 

Edusac, 2013), 149.