78

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NIVERSIDAD

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AFAEL

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ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

proceso de formación de la élite comerciante que se afilió al movimiento 
de Acción Católica. En este capítulo es fascinante la manera en que Falla 
le sigue la pista a los nuevos comerciantes «ilotecos» en cada una de las 
iniciativas que se ingenian para comerciar con nuevos productos y abrir 
nuevos mercados en diferentes regiones de Guatemala. Aquí Falla nos 
presenta a hombres viajeros que conocen las costumbres, los gustos y las 
intenciones de los compradores de las más diversas regiones del país, como 
podían ser Cobán, Ciudad de Guatemala o los parcelamientos de la costa 
sur. Nos describe a hombres intuitivos, dinámicos, con cabeza abierta, 
capaces de reconocer «con quién tratan» en cada una de sus transacciones. 
En fin, nos habla de hombres receptivos a las nuevas ideas que llegan fuera 
del municipio, si estas le convienen, hombres que gozan de la seguridad de 
que no serán engañados

38

.

En este capítulo, cobra especial valor la manera en la que Falla documenta 
los procesos de «estratificación social» al interior de la comunidad y 
las disputas de poder que se establecen entre los antiguos y nuevos 
comerciantes.

A la manera de lo planteado por Max Weber en La ética protestante y el 
espíritu del capitalismo
, Falla examina las distintas maneras en que el proceso 
de adscripción al movimiento de Acción Católica tuvo una significativa 
influencia y afinidad electiva con la inserción exitosa de los comerciantes 
ilotecos a la economía capitalista –expandiendo su mercado más allá de los 
circuitos del mercado local–

39

.

En 1905, Weber planteó que la médula de su problema de investigación 
consistía en determinar la influencia de ciertos ideales religiosos en 
la formación de una «mentalidad económica», de un ethos económico, 
fijándose para ello en las conexiones de la ética económica moderna con la 
ética racional del protestantismo ascético

40

38

 ibid., 186.

39

 ibid., 193.

40

 Max Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo (México: Fondo de Cultura Económica, 

2003), 66.

79

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UNA

 

LECTURA

 

DESDE

 

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PRESENTE

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

En contrapartida, en 1978, Ricardo Falla argumenta que «la capitalización 
del comerciante (en San Antonio Ilotenango) fue de la mano con 
‘la conversión a la religión católica’»

41

. Al igual que Weber, Falla identifica 

una serie de valores comunes entre el comerciante (capitalista) y el converso, 
lo que da pie a pensar que ambos procesos se reforzaron mutuamente; 
pues el comerciante y el converso compartían una manera específica de 
concebir los valores (ética) en el trabajo, la vida cotidiana, la actividad 
económica, la comunidad y su relación con el mundo exterior.

El buen comerciante, asegura Falla, tiene una serie de cualidades que se 
expresan de la siguiente forma: tiene chispa (es imaginativo); le trabaja 
la cabeza (planifica); entiende (comprende los argumentos del mundo de 
fuera); aguanta (se arriesga a luchar); y posee una intuición que a veces 
se traduce en sueños reveladores. Es decir que, en comparación con el 
trabajador del campo, como el pastor de ovejas, con el cuadrillero de las 
algodoneras y con el salinero, el comerciante se ve en una disposición más 
abierta y más serena para aceptar las palabras que oye venidas de fuera. El 
buen comerciante, afirma Falla, aguanta, es decir, que se arriesga (invierte), 
lucha y está dispuesto a perder cantidades fuertes para poder ganar

42

.

Las decisiones importantes del comerciante cuando capitaliza y del 
convertido cuando se convierte se asemejan y se resuelven en un acto de 
intuición, que a veces se expresa en sueños

43

. Además, la capitalización 

y la conversión son dos caras de la misma experiencia de la ruptura de 
las normas de redistribución de la comunidad; aunque con el paso de los 
años entre algunos comerciantes convertidos de nuevo se haya instalado 
ante la experiencia del estancamiento, una exigencia de redistribución que 
institucionaliza el movimiento religioso originario

44

.

41

 Esta capitalización de los comerciantes, según Falla fue posible gracias a sucesos externos a 

la comunidad, tales como, la supresión de las deudas y del trabajo forzado (el trabajo libre),  

la ampliación de la red vial y la importación de vehículos. En este caso, agrega el antropólogo 

citado, la propiedad de un vehículo permitió al comerciante moverse a un nivel de 

comercialización superior, pues no solo podía vender al por mayor, sino consiguió obtener 

mercancía en consignación y multiplicar sus puestos de venta cubriendo así varios dominios de 

poder, aunque distantes entre sí; Falla, Quiché rebelde, 193.

42

 ibid., 179, 181.

43

 ibid., 185.

44

 ibid., 193.