52

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NIVERSIDAD

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ICERRECTORÍA

 

DE

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NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

suspenden, dejándolos en un estado de «indefinición» del tipo «ni-esto-
ni-lo-otro» (betwixt and between)

35

. Este rasgo de indistinción posibilita una 

situación en la que las jerarquías sociales quedan inhabilitadas, dando 
paso a una forma de sociedad igualitaria entre los sujetos iniciados  
(lo que Turner llama communitas)

36

En otras palabras, la liminalidad es una antiestructura; y no solo por la 
ausencia de jerarquías sociales en el grupo, sino por la suspensión de sus 
categorías intelectuales de clasificación. Por eso, Turner insiste en que la 
cualidad fundamental de la liminalidad es existencial (involucra al sujeto 
afectiva y sentientemente

37

, en relación con los otros) más que cognitiva o 

intelectual

38

. Es existencial, porque en una situación en la que el sujeto no 

tiene ningún lugar en la sociedad, la experiencia de la muerte social se abre.

Así, se puede ver que, en la teoría de Turner, pasar de la fase de liminalidad 
a la de agregación supone superar el umbral de la muerte social. El lector 
atento habrá notado que esto tiene una enorme resonancia con la idea 
de conversión de Falla, cuya característica fundamental, como hemos 
repetido más de una vez, es la disposición del converso a perder la vida. 
No obstante, y a pesar de la similitud, me parece que hay que reconocer 
algunos matices entre ambas teorías. 

Aunque Turner reconoce lúcidamente que la estructura de la 
sociedad contiene de suyo un momento ritual antiestructural 

 

–de cuya superación depende el grupo, razón por la que se habla de 
dialéctica–, también es cierto que el mismo proceso ritual ofrece las 
posibilidades de agregación a los sujetos iniciados. En otras palabras, 
se arriesga lo social, pero lo social posee las condiciones de su propia 
recuperación. La crisis es controlada. Uno se pregunta por qué razón 
un grupo social arriesgaría los términos de su propia estructuración; la 
razón, de acuerdo a Turner, es que el ritual es la instancia pedagógica 
por excelencia: hay que experimentar la pérdida total para entender en su 

35

 Véase a Victor Turner, The Ritual Process, 95.

36

 ibid., 96.

37

 No hay que confundir esto con «sentimentalidad». Turner se refiere a las impresiones sensibles 

que afectan al sujeto en su totalidad corporal, en relación con otros sujetos. En otras palabras, 

se trata de una situación fundamentalmente corporal.

38

 Este argumento está dirigido contra el estructuralismo de Levi-Strauss; Turner, The Ritual 

Process, 127. 

53

J

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REBELDE

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ICARDO

 F

ALLA

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

sentido profundo la naturaleza de los principios que organizan al grupo. 
Por esa razón, uno puede concluir que, aunque la liminalidad sea un estado 
antisocial, esta está inscrita dentro del mismo proceso de socialización.

La conversión religiosa, de acuerdo a Falla, es una «dolorosa ruptura» que 
no supone ese proceso de socialización por medio del cual, la vieja creencia 
se va erosionado gradualmente para dar paso a una nueva

39

. La conversión, 

según Falla, es una «ruptura» en virtud de la cual, la vieja creencia adquiere 
un valor opuesto a la antigua. No es que se pierda la creencia anterior, 
como podría pensarse; antes bien, se retiene, pero con un valor inverso. 
Una ruptura de este tipo, que en el caso de los conversos de San Antonio 
Ilotenango supuso pasar del «Dios Mundo» a «Dios» –en donde Dios no 
preexistía y cuya liminalidad se parece más al trauma–, da la impresión de 
ser algo más que una crisis controlada. 

Antes bien, Falla parece estar hablando de una conversión «sin reservas», o 
si se prefiere, sin garantías, en donde el converso está dispuesto a perderlo 
todo (hasta la propia vida) por sostener la lealtad a sus nuevas creencias. 
Pero una conversión así, total, ¿no sería como la «locura»? ¿No sería esta 
una forma de conversión en donde la persona pasaría a ser totalmente 
otra, al grado que más nadie le reconocería? Estas preguntas apuntan hacia 
ciertas aporías de la conversión que, creo yo, permanecen irresueltas en 
Quiché rebelde

40

Por otro lado, si Turner no se equivoca y su teoría es aplicable in toto al caso 
de San Antonio, entonces esto querría decir que dentro de los principios que 
organizan a la sociedad iloteca, la posibilidad de esta inversión de valores 
estaría presupuesta y, en consecuencia, habría un lugar para acomodar las 
nuevas creencias. De ser así, Falla tendría que haber incorporado el punto 
de vista del Aj K’ij o tendría que haber permanecido en la comunidad el 
suficiente tiempo como para observar el proceso de acomodación. Ambas 
cosas, como bien es sabido, le resultaban imposibles

41

. No obstante,  

Quiché rebelde deja abierta esta posibilidad

42

. En este sentido, decir que Falla 

no hace otra cosa que «satanizar» al «Santo Mundo» me parece una crítica 

39

 Falla, 

Quiché rebelde, 61.

40

 Para un lúcido análisis sobre las aporias del absoluto, véase a Jacques Derrida, The Gift of Death 

and Literatura in Secret (Chicago: Chicago University Press, 2008).

41

 Falla, 

Quiché rebelde, 31.

42

 ibid., 192.