F

ALLA

 

CONTEMPORÁNEO

NUEVAS

 

RUTAS

 

DE

 

INVESTIGACIÓN

 (1993-2017) 

287

R

ICARDO

 F

ALLA

NACIDO

 

PARA

 

ROMPER

 

MOLDES

UNA

 

NOTA

 

TESTIMONIAL

 

Ismael Moreno Coto, S. J. 

289

R

ICARDO

 F

ALLA

UN

 

PRISMA

 

AL

 

TRÍPTICO

 

DE

 

SU

 

VIDA

:  

HACIA

 

EL

 

CORAZÓN

 

DE

 

LAS

 

MUJERES

 

Jennifer J. Casolo 

297

I

DENTIDADES

 

DE

 «

ALLÁ

» 

Y

 

DE

 «

ACÁ

»: 

JÓVENES

 

MAYAS

 

MIGRANTES

 

TRANSNACIONALES

CAPITAL

 

HUMANO

 

Y

 

EL

 

FUTURO

 

DE

 G

UATEMALA

 

M. Brinton Lykes 

331

C

OMENTARIO

 

DEL

 

LIBRO

J

UVENTUD

 

DE

 

UNA

 

COMUNIDAD

 

MAYA

:  

I

XCÁN

, G

UATEMALA

 

Juan Hernández Pico, S. J. 

      

355

R

ICARDO

 F

ALLA

, S. J., 

EL

 

POETA

 

DE

 

LA

 

ANTROPOLOGÍA

 

Eduardo Valdés, S. J. 

369

C

ONFERENCIAS

  

 

 

 

 

 

 

377

C

AMINO

 

DE

 

VIDA

 

EN

 

LA

 

INVESTIGACIÓN

 

DEL

 

HECHO

 

RELIGIOSO

 

Ricardo Falla, S. J. 

379

¿C

ONFLICTO

GENOCIDIO

 

Y

 

RESISTENCIA

 

EN

 G

UATEMALA

 

Ricardo Falla, S. J. 

403

R

ETROSPECTIVA

  

 

 

 

 

 

 

423

R

ETROSPECTIVA

 

EN

 

LA

 

OBRA

 

DE

 R

ICARDO

 F

ALLA

 

Sergio Palencia 

425

S

ECCIÓN

 

FOTOBIOGRÁFICA

 

 

 

 

 

 

455

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

PRÓLOGO

EN AGRADECIMIENTO A RICARDO FALLA  

POR SU VIDA Y SU OBRA

Hace casi treinta años, en tierras hondureñas, conocí a Ricardo Falla. 
Llegaba para integrarse por unas semanas en el trabajo apostólico de los 
jesuitas en El Progreso, Yoro. Venía desde México, donde acompañaba 
pastoralmente a la población guatemalteca refugiada en ese vecino país. 
Era la «versión oficial», pero intuíamos que su apostolado «rompía con el 
acompañamiento pastoral tradicional».

Seis años después tuve el privilegio de llegar a Ixcán para acompañar a las 
Comunidades de Población en Resistencia (CPR), y a los refugiados que 
retornaban a sus cooperativas masacradas en la década de los ochenta. 
Entonces constaté la calidad humana de estas poblaciones multiétnicas; 
ladinos e indígenas empobrecidos por el conflicto armado interno, pero 
dignos, valerosos y organizados. Me di cuenta del gran valor humano y 
pastoral del acompañamiento que Ricardo Falla y otros construyeron 
durante los años de guerra.

La calidad humana de Ricardo Falla y su compromiso con las poblaciones 
centroamericanas, en especial con los pueblos indígenas de Guatemala, 
han sido punto de referencia para muchas personas de la región y, entre 
ellas, muchos jesuitas. El desafío constante de su persona y su obra 
científica nos muestran que son un acicate para seguir construyendo una 
Guatemala y una Centroamérica más dignas, más humanas, que rompan 
con las estructuras coloniales y el orden económico y político establecido 
que nos han esclavizado durante siglos de patriarcalismo y racismo.