48

U

NIVERSIDAD

 R

AFAEL

 L

ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

fueron los primeros en convertirse a la Acción Católica y los que traerían 
«la semilla» a San Antonio desde fuera

23

. Esto tendría repercusiones a todo 

nivel, llegando a modificar desde las estructuras de parentesco hasta los 
cargos de poder municipal.

Ahora bien, al igual que hicieron otros antropólogos norteamericanos de su 
época, Falla pudo haber permanecido dentro de los marcos teóricos de un 
obstinado «materialismo cultural» para explicar la «rebelión» en contra del 
Aj K’ij

24

. Sin embargo, su «descubrimiento» (la lealtad total del converso) 

parecía complicar esta teoría, al menos en la versión que Adams desarrolló 
y de la que no se apartó. Y esto es así porque, como dijimos antes, Falla 
parecía encontrar en el discurso de la gente alusiones a unas formas de 
«potencial cultural» que excedían el medio que estos controlaban. Por la 
centralidad que Falla otorga a este fenómeno, vale la pena detenernos aquí 
un momento. 

De manera minuciosa, Quiché rebelde nos presenta un retrato del comerciante 
ilotense como un sujeto de cualidades notables: es imaginativo, planificador, 
comprende cómo funciona el mundo extracomunitario, al mismo tiempo 
que es luchador y sabe asumir riesgos

25

. Al comerciante, ni el conocimiento 

ni la ética de trabajo le hacen falta. No obstante, de acuerdo a uno de sus 
entrevistados, es la «suerte» la que explica el éxito en el comercio

26

. En sus 

propias palabras:

Algunos venden más. La gente compra más. Es la suerte. No es solo tener chispa, 
porque algunos tienen y no venden. Es algo más. Cada uno con su suerte (…) 
A veces, comerciante viejo y sin ganas ya no tiene suerte. Unos que acaban de 
comenzar luego venden. Es la suerte. Nuestro señor no nos puede dar la comida 
igual a todos. Pero sí un poquito a cada uno. La suerte va pasando de uno a otro 
según los días. Unos se ponen enojados. Yo no, ya sé que le llegó ese día la suerte 
al que vendió mucho. Se pone uno triste. Estoy lejos (del pueblo) y no tengo para 
la comida. Pero si sigue así mañana o pasado, o si tiene deuda (…)

27

.

23

 ibid., 175.

24

 En este sentido, véase a Douglas E. Brintnall, Revolt Against the Dead. Modernization of a Mayan 

Community in the Highlands of Guatemala (New York: Gordon and Breach, 1979).

25

 Falla, 

Quiché rebelde, 179.

26

 ibid., 187.

27

 ibid., 188.

49

J

UAN

 C

ARLOS

 M

AZARIEGOS

H

ACERSE

 

CARGO

 

DE

 

LA

 

VIDA

 

Y

 

DE

 

LA

 

MUERTE

HACIA

 

UNA

 

RELECTURA

 

DE

 

Q

UICHÉ

 

REBELDE

DE

 R

ICARDO

 F

ALLA

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

No sorprende que en Quiché rebelde se consigne esta insistencia en la 
«suerte», dado que entender su proveniencia –como la de su opuesto, la 
desgracia– era parte fundamental en las prácticas adivinatorias del Aj K’ij
Falla reconoce esto y es muy cuidadoso al señalar que, cuando se trata de 
explicar el éxito de un comerciante, no se le puede confundir ni con las 
cualidades del buen vendedor, ni con el puro «azar»

28

. En otras palabras, 

al decir «suerte» se hace referencia a una fuente de poder que no se reduce 
al conocimiento o habilidades del sujeto, ni mucho menos es accidental. 

Desafortunadamente, Falla no profundiza en la diferencia radical entre 
conocimiento, azar y «suerte». Por el contrario, pasa rápidamente a describir 
dos formas de entender esta última: la primera, que nace con la persona y 
parece funcionar de manera similar al destino, es la que proviene del Santo 
Mundo y se encuentra en la cuenta de los días; la otra, que viene de Dios, es 
repartida libremente por «nuestro señor» sin las aparentes constricciones 
que se le imputan al Santo Mundo

29

Me parece que más que intentar entender la «suerte», Falla trata de discernir 
entre dos ideas de Dios: uno constreñido o maniatado a la cuenta de los días, 
el otro más libre para repartir suertes sin constricciones (caprichoso, a pesar 
de la interpretación de Falla). Cuatro décadas después de la publicación de 
Quiché rebelde, no es difícil reconocer aquí una idea que imputa cierta rigidez 
mecánica (pura repetición) a la «tradición», en comparación a los rasgos 
de transformación y fluidez atribuidos a lo contemporáneo o moderno. 
Aunque es importante dejar constancia de esto y reconocer al mismo 
tiempo que esta idea está inscrita en la teoría evolutiva de Adams

30

, me 

parece que una crítica al texto de Falla no puede reducirse a esto.

Volvamos a las palabras del comerciante citado. Falla no se equivoca al 
decir que, en la explicación que su entrevistado ofrece, el éxito de un 
comerciante no se reduce al conocimiento y experiencia de quien vende 
(unos que acaban de empezar luego venden) ni a la imaginación o 
creatividad del mismo (no es solo tener chispa). Así, un buen comerciante 
–que posee todas las características descritas en Quiché rebelde– puede que 
no venda nada en un día, mientras que otro sin experiencia puede que lo 

28

 ibid.

29

 ibid., 189-190.

30

 Véase especialmente a Richard Adams, Energy and Structure. A Theory of Social Power.